Las oficinas de la Sociedad Deportiva Huesca fueron un ir y venir de gente durante toda la mañana. Desde las 8.00 horas, cuando la Policía Nacional. armada y con numeroso personal, acordonó la zona y protegió la sede. Una escena nada agradable. Decenas de seguidores azulgranas se acercaron para tratar de conocer qué estaba pasando y no fueron pocas las personas que se encontraron de repente con la dura imagen. Existía preocupación por lo que pudiera suceder con la entidad, Lasaosa y Galindo, los dos detenidos.

Los aficionados que se acercaron a las oficinas de la avenida Pirineos coincidieron en la necesidad de respetar la presunción de inocencia, pero reconocieron que, en caso de ser ciertas las acusaciones, la imagen de la entidad queda severamente dañada, que la presencia de Lasaosa detenido y acompañado de las fuerzas del orden es muy difícil de digerir y que, si el presidente y Galindo han hecho algo punible, deberán atenerse a las consecuencias.

«Es una pena que en una capital como Huesca nos esté pasando esto y más después de haber dejado una gran imagen por todos los sitios», lamentaba Francisco Ena tras acudir a las oficinas después de ver todo el revuelo que se había formado.

José Gil, seguidor azulgrana, se enteró sobre las 10 de la noticia a través de las redes sociales y no dudó en acudir a la sede del club. Aguantó hasta que Agustín Lasaosa llegó, junto a la Policía, para el registro y reconoció que «es una imagen muy dura, sobre todo porque venimos de unas temporadas con mucha ilusión». «Solo hay que fijarse en el partido contra el Valencia, cuando se consumó el descenso, con toda la afición gritando que volveremos a Primera. Era todo emoción y esto es todo lo contrario. Ver cómo el presidente entra en las oficinas para que las registren por presuntos delitos es algo que nadie se imaginaba en la ciudad», relata Gil.

Víctor Ruiz abogó por tener «mucha prudencia», pero reconoció que «todo indicio es bueno para eliminar la corrupción en el fútbol». Además, fue claro sobre la responsabilidad de los presuntos implicados en caso de que finalmente sean culpables: «El Huesca ha ido muy bien y creo que va a seguir yendo así, pero si hay alguna persona que por lo que sea ha metido la pata, pues que lo pague él. La afición no merece tener a gente así dirigiendo un club si verdaderamente han errado», afirmó. Además, también aseguró que «el espectáculo es lamentable y no solo para el Huesca, sino que también para la ciudad y es algo difícil de aceptar».

Por último, Hugo Martínez, socio del club, reconoció que estuvo en aquel Huesca-Nástic que fue el detonante de la operación y consideró que «fue normal» el duelo. Además, también lamentó que los implicados sean «jugadores principalmente», pero que en el club altoaragonés, una entidad en la que «no tenemos mucho dinero, es el presidente directamente, por lo que todo parece mucho más importante».