Después de atravesar los dos meses más electrizantes de la Cataluña democrática y emparedado entre la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y el artículo 155 de la Constitución, el independentismo sigue sin crecer, según los resultados del último Barómetro de Cataluña del Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) para Grupo Zeta. De celebrarse ahora elecciones, la mayoría absoluta independentista estaría blindada, en una horquilla de 70 a 73 escaños (ahora es de 72), pero en votos apenas sumarían una décima más que en las elecciones del 27-S del 2015: del 47,8% al 47,9%. Ínfima cosecha para un bloque que ha sufrido una ofensiva judicial, la virulenta represión policial del 1-O, el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y una declaración interruptus de independencia.

El trabajo de campo (del 16 al 19 de octubre) se efectuó al calor del ingreso en prisión de Sànchez y Cuixart, la posterior manifestación de protesta, el intercambio epistolar entre Rajoy y el presidente catalán Carles Puigdemont y la confirmación por parte del Gobierno central de que se disponía a ejecutar el artículo 155.

En este contexto, y partiendo de la premisa de que Junts pel Sí no se reeditaría, ERC no tendría rival para ganar los comicios, pero pierde bastante fuelle desde el barómetro anterior, de diciembre pasado. Oriol Junqueras obtendría el 28,1% de los votos y 43-44 escaños, cuando hace 10 meses lograba 2,6 puntos más y 48-50 diputados. Los republicanos lideran holgadamente la intención directa de voto, pero han cedido 3,7 puntos y su fidelidad de voto pasa del 60,4% al 53,1%.

La mayoría independentista se mantiene por la recuperación del PDECat y la CUP. La antigua CDC toma algo de oxígeno, pero sigue en mínimos. Si en diciembre era la quinta fuerza con 15-17 representantes, ahora sería la cuarta con 18-19 parlamentarios y el 12% de los sufragios (medio punto más). Solo una quinta parte de quienes votaron a Junts pel Sí en el 2015 escogerían hoy la papeleta del PDECat, que se vería superado por Ciutadans y el PSC, qe luchan por la medalla de plata.

SUBEN C’S Y PSC / Ambos partidos han subido desde el pasado mes de diciembre, aunque lo ha hecho más Inés Arrimadas que Miquel Iceta. Ciutadans pasaría de los 25 escaños actuales a 21-22, pero crece 3,3 puntos desde el sondeo anterior y recupera la segunda plaza en votos que le habían arrebatado los socialistas, en parte porque absorbería al 18% de los votantes del PPC en el 2015 y al 14% de electores del PSC. De hecho, Ciutadans consigna la mayor fidelidad de voto (63,2%). Antes de apoyar con vehemencia la aplicación del artículo 155, Iceta conseguía 20-21 diputados (hoy tiene 16), pero solo la mitad de quienes le votaron en las últimas elecciones garantizan ahora que volverían a apoyarle.

A la izquierda del socialismo se da una de cal y otra de arena. La CUP podría retener sus 10 parlamentarios actuales o perder uno y desde diciembre ha recuperado dos puntos y medio, aunque dos de cada 10 votantes emigrarían a ERC. La intención directa de voto a la CUP es ya superior a la del PPC, cuya mano dura antisoberanista le dejaría como farolillo rojo del Parlamento de Cataluña con 9-10 escaños (ahora tiene 11).