El retraso de más de ocho horas en el viaje de las tropas españolas a Irak desde el aeropuerto de Zaragoza no ha dejado indiferente a nadie dentro de la cúpula militar aragonesa. La escasa información vertida desde el Ejecutivo español a las tropas y las versiones contradictorias ofrecidas por Moncloa han provocado el rechazo castrense y las críticas por el trato dado a los efectivos. Un rechazo que no hace sino secundar la indignación de los propios efectivos que iniciaron su trayecto al Golfo Pérsico el pasado lunes por la noche y que ayer llegaron a Kuwait sin contratiempos.

Mandos de distintas unidades de la capital aragonesa mostraron a este periódico su desacuerdo respecto a la decisión de José María Aznar de posponer el vuelo de los 160 militares del Elemento de Apoyo Logístico (INSE III) para Irak hasta que José Luis Rodríguez Zapatero respaldase por escrito la operación militar.

"No es lógico que el Gobierno español genere un conflicto a costa de las familias y los militares, que son quienes asumen los riesgos en el extranjero. Algunas de las situaciones vividas el lunes son injustificables, como la excusa de que el problema del retraso residía en cuestiones técnicas. Esa versión falsa fue precisamente la que se dio a las tropas", señaló uno de los mandos consultados.

"Nunca había visto una despedida tan amarga para los soldados. Desde luego, ellos fueron los afectados por la situación y no se merecen ese trato", indicó otro militar.

VERSIONES DISPARES La falta de información sobre la batalla política propiciada por Aznar se tradujo en falta de datos al contingente.

Según pudo saber este periódico, tan sólo algunos altos mandos de Zaragoza supieron las verdaderas razones del retraso. Y únicamente conocieron los hechos minutos antes de que se hiciera público el comunicado sobre la reactivación del despliegue. Con anterioridad, en torno a las las 15.00 horas, ya se barajó la posibilidad de que la decisión procedía de Moncloa, pero no hubo confirmación oficial.

Mucho peor fue la situación de incertidumbre que vivió el INSE III, incluido su jefe, el teniente coronel Pedro Vallejo, que no obtuvo explicaciones concretas sobre los avatares de la negociación mantenida entre Aznar y Zapatero.

A las 13.30 horas, Vallejo, militar destinado en la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 41) con sede en Zaragoza, recibió una llamada del Mando Logístico de Operaciones de Valencia, en la que ya se apuntaba la posibilidad de la cancelación del vuelo. Poco después se confirmaba la noticia.

Y a pesar de que a última hora de la tarde se conoció la existencia de la carta de Zapatero aprobando el relevo, este dato no llegó nunca al jefe del INSE III, quien aseguró a las nueve de la noche, poco antes de facturar por segunda vez, que la única versión que le dieron fue que el vuelo se había suspendido "por problemas técnicos". Defensa empleó ese argumento entre las 15.00 y las 18.00 horas, a pesar de que la compañía que fletó el avión, Air Europa, negó en todo momento la existencia de averías en el aparato.

Todo este galimatías afectó en último término a los militares del INSE III, que vertieron duras frases hacia la actuación del presidente en funciones. "Nos ha sentado como un patada en el culo", "están jugando con nosotros" o "me siento como un pelele" fueron algunos de los comentarios que realizaron los efectivos durante la tensa jornada del lunes.