El futuro centro sobre la movilidad eléctrica que se instalará en el Pabellón Puente de Zaragoza cuenta con el respaldo y la implicación de la industria española del automóvil. Según ha podido saber este diario, la propia Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) está involucrada en el proyecto, que aspira a convertir a la capital aragonesa en punta de lanza del coche del futuro. Así, la pretensión de Ibercaja y del Ejecutivo autonómico no es solo que el Pabellón Puente sea un icono de la movilidad eléctrica, sino que se eriga como un gran foro europeo donde debatir los caminos que deberá recorrer el vehículo del siglo XXI.

Además de Anfac, el proyecto también ha conseguido la implicación de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), un aspecto importante ya que los fabricantes de componentes jugarán un papel fundamental a la hora de adapatarse a las normativas medioambientales o conectarse a las smart cities.

Opel España, que con la planta de Figueruelas y sus cerca de 6.000 empleados en plantilla vertebra el sector del automóvil en la comunidad, participará en la iniciativa como un miembro más de Anfac, trasladando todo el conocimiento que está acumulando con el desarrollo de sus modelo eléctricos, entre ellos el eCorsa. También lo harán otras empresas relacionadas con las cuatro rueda, así como compañías del mundo del transporte, una actividad en plena expansión en la región, que cuenta con operadores locales líderes a nivel nacional.

Todos estos apoyos son uno de los valores adicionales y diferenciales con que cuenta el proyecto, que nace de la colaboración público-privada, con el Gobierno de Aragón e Ibercaja como grandes promotores. La obra diseñada por la arquitecta iraquí Zaha Hadid no solo se centrará por tanto en usos lúdicos o turísticos, sino que pretende servir para reforzar la imagen de la comunidad como destino y epicentro del sector del automóvil, que constituye el principal motor de la economía regional.

EL APOYO DE LAS AUXILIARES

Según fuentes conocedoras del proyecto, la iniciativa cuenta con la participación del Clúster de Automoción de Aragón (CAAR), que acoge a 66 compañías asociadas que aglutinan al 50% de esta industria. Esta asociación no quiso pronunciarse ayer al respecto y se limitó a expresar su «ilusión» y «satisfaccón» por el impulso de este centro, que ayudará a «dinamizar» el sector de manera global. «Estamos convencidos de que puede beneficiar a la región y a nuestra industria», apuntaron.

La idea de ligar a los clúster (agrupaciones empresariales innovadoras) con el Pabellón Puente no es nueva. Hace un año ya se barajó la posibilidad de que este edificio fuera la sede de estas asociaciones, que están en auge en la comunidad. El Ejecutivo autonómico ha decidido finalmente que se instalen en un espacio de la incubadora empresarial CEEI Aragón, situado junto al campus universitario Río Ebro.

Opel España, que por ahora no forma parte del cluster aragonés del automóvil, también tendrá presencia en la nueva vida del Pabellón Puente. Esto supone una prueba clara de los nuevos aires que soplan en la matriz automovilística tras pasar a formar parte del grupo francés PSA, más tendente a involucrarse en proyectos regionales y cooperativos de lo que lo era en su anterior etapa bajo el paraguas de la estadounidense General Motors (GM).

El lanzamiento del proyecto coincide además en un momento de gran expectación para la industria aragonesa del automóvil después de que Opel anunciara el pasado mes de febrero que fabricará el Corsa eléctrico en Figueruelas a partir del 2020, con lo que se convertirá en el primer modelo de este tipo que la compañía producirá en Europa. Esto supone un reto para el sector, que confía en aprovechar esta oportunidad para posicionar a la comunidad en este sistema alternativo de propulsión y en las nuevas tendencias de la movilidad del futuro, un objetivo compartido por el centro proyectado en el Pabellón Puente.