España estaba considerada hasta hace poco tiempo como la meca europea de la fabricación de coches pequeños. Esa especialización, vista como un monocultivo peligroso por algunos expertos y por los sindicatos, se está rompiendo gracias a que las factorías del país están sacando tajada del auge de los todocaminos, la última moda del mercado automovilístico. Cinco de los últimos modelos asignados a la industria de automoción española se encuadran en el segmento que el sector denomina Sport Utility Vehicles (SUV) o todoterrenos urbanos. El último en llegar ha sido el Opel Mokka con un acto de puesta de largo en la planta aragonesa de Figueruelas.

El paisaje de las fábricas españolas ha cambiado considerablemente en los últimos años gracias a la oleada de inversiones en nuevos modelos, que suman más de una decena de vehículos que han generado unos 6.000 puestos de trabajo directos y unos 5.000 millones de inversión.

COCHE PEQUEÑO El cambio ha sido cuantitativo y cualitativo. Por un lado, la producción de vehículos crece a un ritmo del 14% y tira con fuerza de la actividad industrial, que en su conjunto registra una mejora mucho más discreta del 1% de enero a julio. Pero por otro lado, los modelos clásicos del made in Spain (utilitarios y turismos compactos como el Opel Corsa, Seat Ibiza, Volkswagen Polo, Ford Focus y Renault Mégane) han visto como aparecían junto a ellos en las líneas de montaje otro tipo de vehículos como el Ford Kuga, el Audi Q3, el Citroën Cactus, el Renault Captur y el Opel Mokka.

Un reciente estudio sobre el sector español de la consultora de estrategia PwC destacaba la importancia del tipo de modelos que se producen en España a la hora de competir internacionalmente. "España compite tanto por costes de la mano de obra como por el tipo de producto que fabrica. Las fábricas españolas producen fundamentalmente vehículos de tamaño pequeño y medio, que son los mismos que fabrican los países con los que la UE está negociando acuerdos comerciales", indica PwC, que cifraba en un 61% la proporción de coches pequeños sobre todo el volumen de automóviles ensamblados en las fábricas españolas.

La asignación de la fabricación de nuevos modelos de SUV es, por ahora, una apuesta a un caballo ganador teniendo en cuenta que se trata de un segmento de mercado que crece muy por encima de la media. Mientras que las ventas de coches compactos o utilitarios se ha estancado o registra modestos incrementos, las matriculaciones de todoterrenos pequeños o compactos anotan incrementos que van del 8% al 66% en España frente al promedio del 16,5%.

SUPERVIVENCIA Algunos de los nuevos todocaminos han sido decisivos. El último caso más claro es el de la planta del grupo francés PSA (Peugeot-Citroën) en la localidad madrileña de Villaverde, que ha pasado de ser una clara candidata a ser sacrificada para reducir la sobrecapacidad de producción existente en Europa a garantizar su supervivencia durante cinco años gracias a la adjudicación de la producción del modelo Cactus. La inversión estimada para la fabricación de este vehículo asciende a 237 millones de euros y generará alrededor de 200 empleos, además de asegurar la continuidad de los 2.000 actuales.

De todos los SUV que se fabrican actualmente en España, el Audi Q3 es el modelo situado en un segmento superior de mercado automovilístico. Por ello los sindicatos UGT y CCOO celebraron hace unos días la continuidad del Q3 en la planta de Seat en la población barcelonesa de Martorell.