Las dificultades de Mildred para desarrollar su proyecto futuro en Huesca ha vuelto a alimentar el debate sobre si la provincia y la capital tienen una verdadera vocación industrial. Desde el año 2002 los expedientes presentados en el conjunto de los sectores productivos oscenses afectaron a 1.000 trabajadores --ello sin contar el despido de 271 empleados en Moulinex--. Las alternativas son pocas, entre ellas Walqa, pero las organizaciones empresariales y sindicales temen que la provincia se convierta en una reserva exclusiva del sector servicios. Las crisis de los últimos años así lo hacen temer.