Las agencias inmobiliarias vuelven a tomar de nuevo las calles de la comunidad ocho años después de que la crisis arrasara con el 70% de las oficinas en España. Por aquel entonces, era difícil andar más de cinco minutos por una ciudad sin cruzarse con uno de estos establecimientos, pero el estallido de la burbuja dejó cientos de locales vacíos. Ahora, la reactivación de la venta de pisos ha hecho que empresas y emprendedores vuelvan a apostar por estos negocios, que no precisan una gran inversión.

En menos de tres años, en Zaragoza se han abierto diez nuevas agencias de Tecnocasa, que actualmente cuenta con 27 oficinas en la comunidad, 26 en la capital y una en Huesca. «Antes de la crisis en Aragón había 37, en el 2009 bajamos hasta 13 y a partir del 2011 nos empezamos a recuperar», señala el responsable de la firma en Aragón y Levante, Carlos Alonso, que augura seis aperturas más en Zaragoza.

Por su parte, la cadena Red Piso ha abierto dos agencias en la capital aragonesa en apenas 10 meses (contará con dos más a corto plazo) y la firma aragonesa PJ Inmobiliaria, que inauguró hace medio año otra en la calle Delicias, va a abrir dos más en San José y en el Arrabal.

Este aluvión de nuevas aperturas no lo están protagonizando solo las franquicias. «También hay bastantes emprendedores que vuelven a ver una oportunidad de negocio en el sector y montan pequeñas oficinas», destaca Alonso.

PEQUEÑOS EMPRENDEDORES / A este perfil responde Felipe Sánchez, quien, tras 15 años como empleado en el sector, se quedó en el paro y decidió capitalizar la prestación y montar su propia agencia. «Llevamos dos años y estamos contentos, aunque en los últimos meses están abriendo muchas», indica Sánchez, propietario de la inmobiliaria Nuevos Tiempos, en la calle Delicias.

El propio responsable de Tecnocasa en la comunidad reconoce que en la capital aragonesa comienza a haber «demasiadas» agencias para «el pastel» que hay. Y de la misma forma opina el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón y Soria, Fernando Baena, que indica que la mayoría de las aperturas las están protagonizando «las franquicias que habían cerrado al comienzo de la crisis».

La firma Don Piso es un buen ejemplo de ello. La cadena llegó a tener cerca de 400 agencias en toda España y ahora cuenta con unas 90, tras las 12 aperturas que ha protagonizado desde enero.

En Aragón no hay un censo oficial de inmobiliarias (más que nada porque todo el que quiera puede montar una), al igual que ocurre en todo el país salvo en Cataluña, donde la Generalitat creó en 2010 un registro obligatorio de agentes para regularizar el sector. A nivel regional, el único dato objetivo es del colegio de API. «Ni ahora ha subido el número de colegiados ni tampoco bajó mucho con la crisis; nos hemos mantenido muy estables: ahora estamos unos 185 y en el 2008 éramos unos 200», señala Baena.

En este sentido, hay que tener en cuenta que muy pocas inmobiliarias se registran como API, algunas porque no cumplen los requisitos formativos exigidos y otras porque no quieren pagar la cuota por pertenecer al colegio.

«Yo creo que en Zaragoza volvemos a estar muchas para el actual nivel de operaciones», lamenta Baena, que reclama una mayor regulación del sector para «garantizar un nivel mínimo de profesionalidad». «En Cataluña, no todo el mundo puede abrir una inmobiliaria y eso está consiguiendo que la gente esté más preparada y que se eviten malas prácticas», apunta Alonso. Por si acaso, Baena da un consejo: mejor asegurarse de que el agente está registrado como API.

El resurgir de las agencias se está produciendo al calor del incremento de operaciones, que, a su vez, se ha cimentado casi en exclusiva en la compraventa de pisos de segunda mano. De hecho, el año pasado se vendieron en Aragón 10.486 viviendas, un 12,5% más que en el 2015, y solo 1.903 fueron nuevas.

VUELVEN LOS INVERSORES / Esta reactivación se debe en parte al regreso de los inversores, que vuelven a mirar al sector para rentabilizar sus ahorros. «Las remuneraciones de la banca son bajas y los pisos están baratos, así que es normal que la gente invierta otra vez», explica Baena, que añade que el precio de la vivienda «ya no bajará más, pero tan apenas sube».

«El 70% de las ventas que he cerrado en el último mes han sido de inversores», destaca Raúl Moradell, que hace un año y medio abrió la inmobiliaria TLZ en Vía Univérsitas. Según la consultora CBRE, la vivienda no solo está atrayendo en las grandes ciudadades a particulares, también a fondos y socimis.

ZARAGOZA

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