Zaragoza sigue sin un acuerdo entre los grupos municipales para tener ordenanzas fiscales. Aunque parecía que ayer, un día antes del debate oficial, podría ser cuando por fin los partidos acercasen posturas en torno al tema del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), se rompieron todas las negociaciones. Zaragoza en Común (ZeC) lamentó que el PSOE y Ciudadanos no aceptasen su propuesta de recaudar más en el IBI a los valores catastrales más altos de grandes centros comerciales, edificios de oficinas, e industrias.

ZeC y CHA plantean bajar el umbral y que este se sitúe en los 500.000 euros --en un principio el Gobierno planteaba los 250.000--, pero el PSOE propone que se grave más a los locales de más de un millón de euros de valor catastral, al igual que el PP y Ciudadanos.

Para evitar el "colapso" de las cuentas municipales, Fernando Rivarés, concejal de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza, propuso ayer durante una reunión entre todos los grupos --el PP volvió a quedar excluído-- llegar a un valor intermedio, los 750.000 euros, y gravar solo a los que superen esa cifra. PSOE y Ciudadanos no aceptaron. "Negarse a recaudar es impedir pagar la deuda que además yo no he generado, sino que me la he encontrado", aseguró Rivarés, que criticó el inmovilismo del PSOE.

Lo mismo le reprochó a ZeC el portavoz de los socialistas, Javier Trívez, y aseguró que aunque el PSOE apoya el 90% de las propuestas de ZeC "sí que hay discrepancia en el IBI", aunque "intentarán que entre en razón" porque la limitación que proponen "incrementaría en un 55% el recibo a las oficinas y comercios, frente al aumento del 15% que experimentarían los de más de 1 millón de euros". "El IBI no se puede tratar en temas de progresividad", apuntó Trívez, que explicó que a pesar de que el impuesto a los residenciales pueda reducirse al 21,5% serán "muchos más los hogares que paguen más".

GASTOS Estos perjuicios sociales son en los que todos los partidos se están refugiando para justificar su postura a la hora de negociar las ordenanzas. Desde el Ejecutivo temen no poder hacer frente a los gastos del Gobierno si no se recauda más, mientras que el PSOE considera que la progresividad que estos defienden no responde a unos tributos que hagan pagar más " a los más ricos". "La consecuencia de esta actitud es que no se van a poder mantener los servicios, porque el próximo año va a haber más gastos provocados por la gestión del anterior equipo de gobierno", dijo Rivarés.