Velar por el cumplimiento del registro de jornada en las empresas, que es obligatorio desde mayo del 2018, y la igualdad de género entre trabajadores. Son las dos materias novedosas, que emanan de cambios legislativos, en las que pondrá el foco la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) en el año que acaba de empezar. El organismo estatal prevé llevar a cabo en Aragón 20.884 controles, un 2% más de los planificados en el 2019.

En el caso de la norma que obliga a las empresas a registrar la entrada y salida de trabajo, por ahora no se han detectado grandes incumplimientos en la comunidad. No obstante, la Inspección de Trabajo no había adoptado hasta ahora un posición proactiva en la vigilancia de esta novedad legislativa, pero ya se dan por finalizados los plazos de gracia con los que se empezó a implantar. A pesar de ello, el organismo recibió el pasado año 97 denuncias por este asunto, de las que se sustanciaron tres sanciones por un total de 2.876 euros.

Esta materia será un objetivo específico de la ITSS en el 2020 y constituye una de las 91 líneas de trabajo diseñadas, con la previsión de efectuar 75 controles a las empresas. El cumplimiento del registro horario también se podrá verificar en los 560 controles de tiempo de trabajo que se ha planificado el organismo.

«Las empresas están cumpliendo normalmente con la norma, pero habrá que ver en el futuro si esta responde a la realidad o no, porque se puede presionar a los trabajadores para que se registre lo que se quiera», reflexiona el director territorial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Aragón, Román García.

El otro cambio legal que va tener un importante protagonismo en la actuación de la autoridad laboral es el cumplimiento de la Ley de Igualdad por parte de las empresas. En concreto, se harán 150 controles en la comunidad aragonesa.

IGUALDAD SALARIAL

Entre las cuestiones en las que se reforzará la vigilancia figuran los planes de igualdad de las compañías, que a partir de este año son obligatorios para las que tienen más de 150 trabajadores (hasta ahora eran las de más de 250). En este sentido, uno de los caballos de batalla será el control de la igualdad retributiva entre hombres y mujeres y la necesidad de implantar en las empresas un registro de salarios por categorías, grupos o niveles retributivos, aunque está pendiente el desarrollo legislativo de ello. «El reto que tenemos encima de la mesa es la implantación real de la reforma de igualdad. La discriminación se manifiesta mucho verbalmente pero está oculta», destaca García. Todo ello en un contexto en el que esta materia se erigido en una de las prioridades del nuevo Gobierno PSOE-Podemos, como se recoge en su pacto, donde se contempla la creación una unidad específica de igualdad dentro de la Inspección de Trabajo.

PENDIENTES DEL PRESUPUESTO

La Inspección de Trabajo está en boca de todos. Ha ganado protagonismo año a año con una actividad creciente y cada vez más encargos del Gobierno central. Sin embargo, sigue sin culminarse su transformación interna tras haber pasado dos años de su conversión en un organismo autónomo de la administración estatal, al igual que lo es la Agencia Tributaria. Este cambio de estatus, sin embargo, no ha venido acompañado por de una asignación presupuestaria propia para su funcionamiento, lo que limita su labor y no cubre la necesidades de más recursos humanos y materiales, según demandan los trabajadores y sindicatos de este organismo, que ahora dependerá del Ministerio de Trabajo, en manos de Unidas Podemos.