Podemos no aplaudió el discurso de Lambán, pero salvo las diputadas Itxaso Cabrera y Erika Sanz, disconformes con el acuerdo, el resto de diputados y los negociadores de la formación estaban satisfechos con el pacto alcanzado. También el presidente de CHA, José Luis Soro, y parte del equipo que ha formado gobierno esta legislatura pasada y que ayer mostraban su satisfacción por repetir Gobierno. Arturo Aliaga se mostraba convencido de que lo más difícil es posible: «Este Gobierno va a durar cuatro años y va a ser un Gobierno potente, ya veréis».

Los abrazos y las miradas de complicidad se sucedían entre los protagonistas de los cuatro grupos que compartirán poder. Suspiraban aliviados después de una larga negociación que ha llegado a buen puerto. Ahora falta cerrar el organigrama ejecutivo, en la que estarán todos representados con al menos una consejería. Además, dada la transversalidad del acuerdo, habrá direcciones generales de partidos distintos a los del consejero de turno. Eso puede suceder, por ejemplo, en el área de Medioambiente y de Agricultura.

La tardanza en suscribir el acuerdo ha servido, según afirmaban ayer conocedores del pacto del PAR y de Podemos, para explicar bien a la militancia de ambos partidos la necesidad de ese acuerdo, a priori antinatura. Y todos consideraban ayer que se ha conseguido, aunque incluso ayer se veía como algunos tenían que explicar a miembros de su partido los motivos que les lleva a apoyar una investidura y formar parte del Ejecutivo.

La tribuna de invitados volvió a estar llena de asesores en expectativa y de personajes públicos de la comunidad. Entre ellos, los expresidentes Marcelino Iglesias e Hipólito Gómez de las Roces. También José Ángel Biel, satisfecho con el acuerdo: «el mejor posible para el PAR». Estuvo el alcalde de Huesca y los presidentes de la DPZ y la DPT (notable fue la ausencia del de la diputación de Huesca, Miguel Gracia).