Gracias a las detenciones de presuntos yihadistas nada más hacer patente su radicalización en redes sociales, España había conseguido que el brutal atentado que vivió Madrid en el 2004 no se repitiera en España. Hasta ayer, cuando los temores de todos los expertos en yihadismo se han visto confirmados con el atentado perpetrado en La Rambla de Barcelona, con una furgoneta que invadió la acera para atropellar a los viandantes, al estilo de lo que ya había ocurrido en Francia. Pese a ello, el Ministerio del Interior, cuyo titular, Juan Ignacio Zoido, se desplazó a Barcelona, mantiene de momento el nivel 4 de alerta antiterrorista, según informó este departamento.

Se trata del segundo nivel más alto; por encima de este solo está el 5, previsto para las situaciones en las que se considera «muy alto». El nivel 4 se estableció el 26 de junio del 2015, tras los atentados vividos en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. Hasta ahora siempre que se ha producido un atentado en Europa, la mesa de valoración del riesgo terrorista se ha reunido al día siguiente para revisar el nivel de alerta, por lo que podría hacerlo hoy, aunque aún no ha sido convocada. La activación de cada nivel de alerta «compete al ministro del Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, en base a los informes de valoración de la amenaza y otras circunstancias asociadas a la misma que elabora un comité integrado por expertos en la lucha antiterrorista», según informa Interior.

AUMENTO DE CAUSAS / Después de los atentados del 11-M, en los trenes de cercanías de Madrid, donde hubo 192 muertos, el refuerzo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en materia de terrorismo yihadista ha permitido la detención de 186 personas desde que se elevó la alerta al nivel 4, lo que ha hecho que las causas por este tipo de terrorismo en la Audiencia Nacional crezcan exponencialmente.

La fiscalía de este órgano ya pidió en junio un refuerzo para asumir estos procedimientos, a los que se sumará el abierto ayer por la tarde por el juez Fernando Andreu, de guardia esta semana en la Audiencia Nacional y que, acompañado por el fiscal jefe de esta sede judicial, Jesús Alonso, se desplazó a Barcelona para reconocer el lugar donde se ha producido el atentado. Las personas que sean detenidas por su participación en estos hechos serán conducidas a Madrid para tomarles declaración.

LOS AVISOS / Pese a que la mayoría de las causas abiertas en la Audiencia se deben a delitos de enaltecimiento o autoadoctrinamiento, tampoco han faltado los avisos de que un atentado en España podía suceder. El pasado 3 de julio, el juez Santiago Pedraz enviaba a prisión a cuatro presuntos yihadistas, por integración en el Estado Islámico, y en el auto afirmaba que uno de ellos, Abdelkader Mahomoudi, habría planeado una «matanza» en la plaza del Ayuntamiento de Inca (Mallorca) apuñalando a viandantes.

Solo 10 días antes, su compañero Ismael Moreno había enviado a prisión a otro yihadista, el ciudadano marroquí Rachid Elomari, por los delitos de pertenencia a organización terrorista, adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo. El magistrado afirmaba en su resolución que existen indicios suficientes de que «se encontraba en vías de planificación de un atentado terrorista en Madrid».