IU pidió ayer convertir la Ley de Memoria Democrática en Aragón, aprobada hace un año, en una herramienta política real y no teórica, puesto que el presidente aragonés, Javier Lambán, «no ha hecho nada para desarrollarla».

Así lo expresó el candidato a la presidencia de Aragón por Izquierda Unida, Álvaro Sanz, en la presentación de sus propuestas sobre memoria histórica y modelo de estado republicano.

En este sentido, el líder de IU en Aragón pidió que esta ley se dote de financiación, personal y desarrollo reglamentario y que se desarrolle un plan autonómico de actuación apoyado en el movimiento memorialista.

La ley aprobada recientemente en las Cortes incluía diversas iniciativas, la mayoría con un consenso casi unánime aunque algunas criticadas por el centro derecha como un régimen sancionador para los ayuntamientos que no retirasen los símbolos franquistas de sus municipios, incluída la posibilidad de no poder optar a subvenciones y ayudas públicas.

Por su parte, el candidato a las Cortes de Aragón Herminio Lafoz destacó que la memoria democrática es una necesidad, no solo para las personas republicanas, «sino para todos los ciudadanos que tengan como horizonte la igualdad, la libertad y la fraternidad entendida como esa idea de apoyo muto entre seres humanos».

Desde la formación izquierdista consideran que ese espíritu debe ser trasladado a los planes educativos a través de programas como Amarga Memoria o asignaturas como Educación para la Ciudadanía.

«La monarquía es la clave de bóveda que permite a las élites económicas operar a sus anchas, una pieza más del sistema capitalista», añadió Lafoz, quien consideró que al PSOE le interesa «perpetuar el sistema económico que se apoya en los lazos de poder de la monarquía» mientras esté en el Gobierno.