La tensión con la que están viviendo los trabajadores de FCC Parques y Jardines el conflicto laboral abierto en la contrata de las zonas verdes de Zaragoza llevó a unos 120 empleados a tomar el Torreón Fortea, el edificio municipal donde se ubica el responsable del área de Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, al que consideran "culpable" del enconamiento que está alcanzando la huelga indefinida en el servicio. Llevan 28 días aguantando las duras condiciones económicas que supone no ir a trabajar para rechazar la rebaja del sueldo del 21% aplicada en febrero, y hace mella en el bolsillo y en el ánimo. Un hartazgo que les llevó a encadenarse, y a algunos a amagar con pernoctar para finalmente irse a las 21.30 horas, tras nueve horas de encierro.

Ni siquiera fueron desalojados por la Policía pasadas las ocho de la tarde, cuando cerraba las puertas el edificio. Se les requirió vía decreto del vicealcalde Fernando Gimeno que abandonaran las dependencias municipales y, como no quisieron, se les advirtió de que estaban cometiendo un delito de allanamiento, pero no hicieron uso de la fuerza para echarles. Llevaban atrincherados más de siete horas, unidos con candados, y allí se quedaron hora y media más. Y eso que el motín, siempre pacífico, fue improvisado, justo después de pitar al PSOE a las puertas de su sede, a las 12.30 horas.

OTRO PULSO A BELLOCH

"Estaremos aquí hasta que haya una reunión o nos desalojen", aseveró un miembro de la protesta encadenado, quien explicó que "teníamos que hacer algo porque nos están dejando de la mano de Dios y no hay mejor sitio para pedir que actúen ya que el despacho del responsable municipal (Blasco), el gran culpable de todo lo que está pasando".

Aunque la novedad no fue solo el motín de la plantilla de FCC, sino que se sumó a ellos el concejal de IU y presidente del Observatorio de la Contratación, Raúl Ariza. Acudió junto al portavoz de la formación de izquierdas, José Manuel Alonso, y el edil de CHA Carmelo Asensio, para mostrar su solidaridad. Pero Ariza fue más allá y se encadenó.

No es habitual que esto suceda y se convirtió en protagonista, por ser un cargo público y por ocupar un puesto de responsabilidad delegado por el propio alcalde, Juan Alberto Belloch, al que ayer pedían la dimisión en los numerosos adhesivos colocados en paredes y columnas. Ya tuvo problemas por encabezar una manifestación, y ahora podría suponer su cese.

"En IU tenemos claro cuál es nuestro lugar, junto a los trabajadores. Nos elige el pueblo, ni FCC ni el alcalde, y es una atrocidad lo que está haciendo una empresa que se lleva siete millones de euros limpios de esta ciudad", explicó. Él se quedará allí "hasta el final" y si tuviera consecuencias tampoco le obsesiona. "El cielo no lo veo resquebrajado. Solo me importa el acta y esa me la quita el pueblo", apuntó.

Asensio, por su parte, les trasladó a los empleados que Chunta ha decidido no acudir ni a los plenos ni a las comisiones mientras el Gobierno socialista no se decida a poner solución a este conflicto. Mientras no siente a las partes para zanjar un problema que ya dura demasiado. IU no secundará esta iniciativa porque, según Ariza, "nosotros somos serios y ya hemos planteado dos interpelaciones a Blasco en la próxima comisión, y si no nos convence exigiremos responsabilidades", su dimisión o cese.