El activista de los derechos civiles Jesse Jackson se ha ofrecido para tratar de obtener la liberación del rehén estadounidense Thomas Hamill, un camionero que trabajaba para la empresa KBR, filial de Halliburton, y de los otros cautivos. "El respeto a la vida de Hamill y los otros secuestrados no es un signo de debilidad, sino una responsabilidad moral", afirmó Jackson, quien ha mediado en varias crisis de rehenes.