Es como un muerto que ha vuelto a la vida y esperemos que nos salvemos. Ahora dependemos de nosotros, pero tenemos que ganar en Getafe para seguir en Primera División. Allí tenemos que sumar los tres puntos que nos den el objetivo por el que tanto hemos luchado", dijo ayer Manolo Jiménez tras el triunfo cosechado por el Real Zaragoza sobre el Racing de Santander, que unido a las derrotas de sus rivales más directos en la lucha por la salvación, dejan la puerta de la permanencia abierta de par en par al cuadro aragonés.

Además, Jiménez aseguró que el Zaragoza merecía seguir en Primera División. "Estamos en la orilla y tenemos que salir de este río como sea, porque nos lo merecemos. Nos lo merecemos por las almas que nos han apoyado, por los jugadores que, pese a estar atenazados por los nervios, lo han dado todo, y porque sacar 30 puntos desde enero hasta ahora solo lo hacen los equipos que ganan títulos y que juegan la Champions. Mis jugadores han estado de Champions", comentó el técnico andaluz.

Cuando Ángel Lafita consiguió el segundo tanto contra el Racing de Santander, Manolo Jiménez celebró ese gol como un aficionado zaragocista más. El técnico fue amonestado por ello. "He perdido los nervios y la verdad es que me han traicionado. Me he sentido futbolista y viendo a Lafita he pensado que era un jugador de mis tiempos. Salí corriendo porque habíamos desaprovechado ya tres ocasiones muy claras y sabía que teníamos que marcar. Le dije a Lafita que iba a marcar. Estoy muy contento", dijo Jiménez.

APOYO TOTAL Una vez más, el técnico zaragocista agradeció el apoyo de la afición, que ayer lleno por completo el estadio de La Romareda. "Lo que ha hecho la afición con nosotros ha sido impresionante. La gente no ha dejado de apretar en el momento que les hemos dado lo más mínimo. Les hemos ido dando muy poco hasta convertirlo en mucho y ha sido gracias a ellos, porque han sabido apreciar el esfuerzo de los jugadores. En caso contrario no hubiéramos ganado partidos como el de hoy", afirmó Manolo Jiménez, quien añadió: "Los jugadores estaban cansados, pero nadie me ha pedido el cambio".