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--Eso no lo contempló nadie.

--Pues podía haber habido un pacto Grecia-Italia. Y con una abstención, podía haber ganado Italia.--Nadie lo creyó.

--No. Todo el mundo estaba gritando. Y yo, más asustado, pensando que eso sería una broma del destino. Afortunadamente, casi todos los votos griegos pasaron a Zaragoza.--¿Se imagina volviendo al ayuntamiento con un "no"? Porque lo hubiera hecho la misma noche ¿o no?

--Sin ninguna duda. Había dicho que volvía esa noche y tenía preparado lo que iba a decir, el plan B. Y diría que teníamos que seguir adelante. Estaba incluso escrito.--Ahora ¿qué es lo inmediato?

--Cerrar acuerdos para ver cómo organizamos el futuro. Porque el consorcio tenía un objetivo, conseguir la Expo, y ya se ha cumplido. Ese consorcio debe seguir de un modo u otro, porque ha sido eficaz. Pero hay que crear una sociedad instrumental y hay que articular su modelo. Estos días tenemos que aprovechar para hacerlo. Primero, con la DGA y luego, con el Gobierno central. Lo ideal sería que esa sociedad, pública, privada o mixta, estuviera trabajando ya a partir del 1 de febrero. Con una línea de orientación que, en lo que de mí dependa, debería basarse en poder delegar en esa sociedad el mayor número posible de competencias. Tenemos que establecer una máquina muy eficiente, con consenso y con participación de todo el mundo. Que lo que decidiera ese órgano fuera directamente a misa. Eso requiere que haya en el ayuntamiento un pacto previo, que yo llamo Pacto de la Ciudad por la Expo o Pacto de Estado por Zaragoza, por el que todos los temas que tengan que ver con este proyecto sean sustraídos de la lógica Gobierno-oposición, de la confrontación.--Y del procedimiento administrativo tradicional, que es muy lento.

--Sí, de las dos cosas. En la lógica Gobierno-oposición, puedo salir con cualquier tema y que la oposición haga y diga lo que crea conveniente. Pero en los temas Expo, no puede ser así. Cualquier cosa tiene que surgir en el marco de, digamos, un Gobierno de concentración. Ese pacto debe completarse con un mecanismo administrativo ágil y eficaz.--Invertir 1.500 millones de euros es muy costoso. O las instituciones se ponen las pilas o...

--Es otra de las cosas que me ha asegurado el presidente Zapatero. Que se cumplirá por encima de todo. Me ha dicho que los ciudadanos no tengan ni la menor duda, que todas y cada una de las inversiones del Estado se harán y se harán a tiempo. El compromiso ya está escrito. Pero lo ha reiterado. El ayuntamiento lo hará exactamente igual, porque es una prioridad. Podremos ahorrar de cualquier cosa menos de la Expo. Y podemos hacerlo, porque la situación de la casa ya es más estable, ya no somos una empresa en ruina, sino que somos otra vez honorables en términos financieros. Y ya podemos acudir a la deuda.--Está por ver si el ayuntamiento es económicamente capaz.

--Por eso hemos hecho lo que hemos hecho (plan financiero y subidas de impuestos) ¿Es que lo he hecho para divertirme o por masoquismo? No. Esta es la idea y el programa de trabajo, porque si no logramos eso, no conseguiremos una Expo de éxito. Pero si una fórmula ya ha funcionado (participación y consenso) vamos a aplicarla a tope.--¿Va a buscar un nuevo equipo para las nuevas funciones?

--En la futura sociedad hay un 70% de participación estatal. La DGA y el ayuntamiento tienen un 30%. Será necesario escuchar y llegar a un acuerdo rápido entre todos.--¿Teme que el Estado capitalice la Expo?

--A mí me da igual quién capitalice la Expo. Lo que quiero es que sea un éxito. Y si lo es, quien capitaliza es Zaragoza, no tenga ninguna duda. Si gana Zaragoza, hemos ganado todos. Lo que creo es que debemos aprovechar el buen equipo que tenemos, que ha demostrado que sabe hacer las cosas. Las administraciones, además, debemos meter en esa sociedad a lo mejor que tenemos. Y si con el equipo actual, más los mejores de cada institución, hicieran falta más personas, iremos a la contratación exterior a través de la propia sociedad. Pero eso creo que debe ser lo último.--Puede resultar maniqueo aludir de nuevo a la fuerza del consenso, pero ¿no deberíamos aprender esta lección en una tierra a la que le cuesta iniciar cualquier proyecto?

--Sin duda. Y es que lo más valioso de la Expo es que Zaragoza está unida. Que recupera su autoestima, porque es verdad que hay una mezcla rara: todos sabemos que nuestra ciudad es maravillosa, pero actuamos como si no tuviera capacidad para hacer estas cosas. Si recuerda, la gente creía imposible que ganáramos la Expo. Y unidos se ha conseguido. Esta es la década de Zaragoza.--Pues a ver si no se queda a mitad de camino.

--Que no, que no. Vamos a ser la ciudad más vital del sur de Europa en pocos años. Lo vamos a lograr.