Estados Unidos está presionando al próximo presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para que no saque a las tropas españolas de Irak. El candidato demócrata a la Casa Blanca y senador por Massachusetts, John Kerry, secundó ayer al presidente George Bush e hizo un llamamiento al líder socialista para que siga participando en la coalición internacional liderada por EEUU en Irak. "Le pido al señor Zapatero que reconsidere su decisión", dijo Kerry.

"Marcharnos tan pronto de Irak sería abandonar un Estado en caos que, inevitablemente, se convertiría en refugio de terroristas", explicó Kerry, que el año pasado votó a favor de la guerra en el Senado. Una vez invadido Irak, argumentó el candidato demócrata, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de "conseguir un país estable y pacífico".

LA GESTION DE LA CRISIS" En Washington, el secretario de Estado norteamericano, Richard Armitage, se convirtió ayer en el primer miembro de la Administración estadounidense de Bush que achacó la derrota electoral del Partido Popular a la "torpeza" con que informó sobre el 11-M, y no a los atentados en sí, como sostienen los sectores conservadores estadounidenses.

"Tal y como yo lo entiendo, el voto que dio el poder a los socialistas en España fue una protesta de la gente contra la forma en que el Gobierno español del PP manejó la crisis de los atentados terroristas", declaró el número dos de la diplomacia estadounidense a una emisora de radio de Filadelfia.

LA CULPABLE, ETA Armitage, que es muy conservador, añadió que "probablemente, parte" de la derrota del PP se debió a que "no divulgó ante el público la información que existía" y optó por culpar desde el principio a la banda terrorista ETA.

El subsecretario de Estado se desmarcó de los análisis conservadores sobre el resultado de las elecciones españolas, que lo consideran una victoria para Al Qaeda, presunta responsable. "Lo que hemos visto tras los espantosos atentados de Madrid fue a millones de españoles que protestaban contra el terrorismo. Eso me induce a pensar que tenemos un muro muy sólido contra los terroristas", subrayó el subsecretario de Estado. Armitage hizo votos por "dar tiempo" al próximo jefe del Gobierno español "para ver cómo actúa".

Las críticas por los atentados del 11-M llovieron ayer también sobre el presidente George Bush, a quien el excandidato demócrata a la Casa Blanca, Howard Dean, responsabilizó de los atentados. "Fue el presidente quien arrastró a nuestras tropas a Irak, algo que aparentemente ha sido un factor en la muerte de 200 españoles", arremetió el ultraliberal exgobernador de Vermont. Sin embargo, Kerry, se apresuró a clarificar que no comparte esta opinión expresada por Dean.