"Desde ayer se ha hecho todavía más aguda y desconcertante la sensación que tuvimos el 11 de septiembre del 2001. El miedo de vivir un temps des assasins , un tiempo en el que todo es posible. Cualquier tipo de bomba, cualquier tipo de matanza. Como si una tempestad de irracionalidad, fanatismos y violencia asesina estuviese cayendo sobre nuestros países, desvelando la extrema y muy irremediable vulnerabilidad. Impidiéndonos, cuando suena la campana, pensar que suene para otros y no para nosotros".

"Las imágenes de ayer de Madrid, los muertos, los heridos, los vagones reventados en las tres estaciones, son las imágenes de la más amplia, sanguinaria y despiadada acción terrorista ocurrida en Europa en el último medio siglo. (...) La dimensión de la masacre, los 190 muertos y más de mil heridos, devuelven al primer plano la pista islámica, la furia devastadora que la banda de Al Qaeda ha exhibido en los últimos dos años y medio, de Nueva York a Riad, de Bali a Bagdad, de Karachi a Casablanca".