Abre el Facebook. Tiene dos notificaciones. Una de ellas de su doctor. Le realiza unas preguntas muy breves. Las responde. Fin. La supervisión de su tratamiento crónico ha finalizado. Han transcurrido poco más de cinco minutos. Es el futuro. Tiempo atrás,este escueto proceso le hubiera hecho perder toda una mañana.

Gracias a la tecnología, el futuro ya no está tan lejos. La empresa Qoolife ha ideado una red social que facilita la comunicación entre paciente y doctor. Está orientada especialmente hacia enfermos crónicos, aquellos que requieren un mayor seguimiento. Es un proyecto, pero comienza a dar sus primeros pasos: se ha implantado en un centro de mayores y está en fase de pruebas en el centro de salud Arrabal.

Utilidad

"El objetivo es aprovechar la potencia comunicativa de las redes sociales", explica el doctor Rafael Pinilla, uno de los socios de Qoolife y principal valedor de la idea. "Pueden servir como soportes para la autogestión de la salud", añade. También serían muy útiles para los familiares de personas con dependencia.

Hace dos semanas presentaron el producto oficial para residencias de la tercera edad. Y ayer el servicio general en el Foro de Atención Primaria celebrado en Zaragoza. Casualmente, las jornadas arrojaron cifras reveladoras sobre el volumen de pacientes crónicos: suponen el 80% de la demanda asistencial y el 60% de la hospitaliaria.

"Lo más importante es la comunicación. Los pacientes necesitan seguimiento", incide Pinilla. "Muchos de los desplazamientos son innecesarios y sin embargo surgen otras necesidades que se pueden resolver por internet". El sistema incluye un sistema de mensajería y de intercambio de fotos. Esto último, relata el doctor, es muy útil. El propio paciente (o un enfermero) envía la foto de una lesión y el médico la evalúa al instante.

Ahorro

El objetivo sería instaurar el programa a nivel nacional. En Reino Unido existe algo parecido. Lo llaman el Facebook de la salud. "Desde que implantaron este sistema, calculan un ahorro de entre el 15% y del 20%, que son muchos millones". No sólo se gana tiempo: también dinero. La empresa ha puesto en marcha un estudio que cuantifique el ahorro que supondría al sistema sanitario.

Pinilla lo tiene claro: "Lanzamos el reto a las autoridades para utilicen lo que pequeñas empresas innovadoras hacen en época de crisis". El doctor asevera que su producto ofrece rentabilidad. Por ahora, los resultados han sido "fenomenales". El futuro, ahora más cerca, determinará su éxito o su fracaso.