"Depende un poco de la compañía. La gran diferencia es que nosotros somos empresas y a veces las jotas se suelen hacer sin contratación, mediante asociaciones. Eso sube el precio. Este año vamos un poco mejor que el año pasado, sobre todo agosto y septiembre lo tenemos bastante cubierto con diferentes representaciones. Salen menos actuaciones pero los ayuntamientos están mejor a la hora de pagar. Aunque tengan menos presupuesto para las fiestas, contratan. La jota sigue siendo un espectáculo fundamental para muchos pueblos, aunque la tele la ha quemado un poco".