La Plataforma por el Desarrollo del Ferrocarril Público en Aragón presentó ayer un documento con sus propuestas para hacer de los trenes regionales unas líneas sostenibles y eficientes. El documento llega poco antes de que el Ministerio de Fomento decida la reestructuración de la red ferroviaria y que acabará con abundantes líneas en Aragón. Entre las propuestas de la plataforma, recogidas en un extenso y trabajado documento que van a presentar a las administraciones y los grupos políticos, figura una sólida estrategia comercial, una adecuación de las infraestructuras existentes o una racionalización de los horarios para que estos se adapten a las necesidades de los usuarios en lugar de lo que sucede ahora, que es justo lo contrario. Todas las propuestas se han realizado con la intención de que sean lo menos costosas posibles y con los mínimos recursos. La plataforma exige que se incluya en la elaboración del Plan Regional de Transporte Terrestre y va a iniciar una campaña de recogida de firmas de apoyo en defensa del ferrocarril y no descarta movilizaciones por el territorio en junio, en vísperas de la presentación definitiva de la reestructuración que debe hacer Fomento.

UNA FALSA RED DE CERCANÍAS El documento incorpora propuestas como la de trasladar algunos apeaderos a zonas más cercanas a los núcleos habitados, como en Anzánigo, Fuentes de Ebro, Quinto, Azaila o Samper de Calanda. También propone la instalación de apeaderos en el área urbana de Zaragoza sobre el trazado ferroviario existente, lo que crearía una falsa red de Cercanías en lugares como la Universidad San Jorge, el Hospital Royo Villanova, el centro de salud Grande Covián en La Jota, en Puerto Venecia, el polígono industrial San Valero, Plaza, Puerto Venecia o el colegio Santo Domingo de Silos del barrio de Las Fuentes.

No se quedan aquí las propuestas, puesto que también plantean la oferta de una política tarifaria que fidelice al cliente y a determinados colectivos, ofertar trenes chárter aprovechando ferias, competiciones deportivas o festividades locales y adecuar los trenes a la posibilidad de transportar bicicletas o esquís. Asimismo, reclaman la instalación de megafonía en las instalaciones y la mejora de estas instalaciones. Todas estas medidas pretenden, según los integrantes de la plataforma, contribuir a la vertebración del territorio.

Una de las propuestas más ambiciosas del documento es la que invita a impulsar un plan regional de transporte, tanto para viajeros como mercancías, que favorezca la intermodalidad y racionalice, sin suprimir servicios, las infraestructuras. Los defensores del ferrocarril consideran que existen las estaciones adecuadas para impulsar este plan.

Así, plantean varias líneas. La primera, Zaragoza-Madrid, con paso por Ricla, La Almunia de Doña Godina y Calatayud. Otra de Zaragoza a Barcelona, aprovechando la línea que transcurre por Quinto, La Puebla de Híjar y Caspe. Asimismo, consideran que se debe aprovechar el trayecto Zaragoza-Canfranc y Lérida con las estaciones intermedias Villanueva de Gállego, Tardienta, Sariñena, Monzón, Ayerbe y Sabiñánigo. Una nueva línea, entre Zaragoza y Castejón que aprovechara el flujo en el corredor entre Alagón y Gallur y otra de Zaragoza a Teruel con las estaciones de Cariñena, Calamocha y Sarrión.

Con muy poca inversión, insistieron los promotores de esta iniciativa, consideran que ese ambicioso plan de transportes debe incluir una doble vía electrificada entre Zaragoza y Huesca y en el futuro eje cantábrico-mediterráneo que une Sagunto con la capital aragonesa a través de Teruel.

Además la plataforma exige la dotación de medios técnicos y humanos que faciliten al acceso al tren y ofrezcan un servicio de calidad, así como la puesta en marcha de un centro de formación homologado en Zaragoza, inexistente hasta hoy.