Unas 50.000 personas formaron ayer la marea azul en Amposta. Es la tarjeta de presentación que la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) mostrará hoy a la delegación de eurodiputados que llega en visita oficial al Delta para evaluar el cumplimiento de la normativa comunitaria sobre medio ambiente y gestión de aguas. Una exhibición de fuerza ciudadana que hizo rememorar a los asistentes las grandes movilizaciones, en Zaragoza, Barcelona, Madrid o incluso Bruselas, en las que participaron a principios de la década pasada para detener el gran trasvase proyectado por el Ejecutivo de Aznar.

Fue la manifestación más multitudinaria en el sur de Cataluña contra la política hidráulica estatal. Ahora, los organizadores se plantean convocar nuevas citas en Barcelona o Zaragoza. Pero es evidente que este plan hidrológico no despierta entre los aragoneses la contestación que ayer se vivió en las calles de Amposta. Ni una mínima parte de la crítica que acumulaba contra los planes de Aznar.

Mientras que la sociedad civil en el Delta denuncia que el nuevo plan es un "despropósito" que pone en jaque la supervivencia de la desembocadura del Ebro al garantizarle un caudal ambiental residual, en Aragón apenas ha habido movimientos. Hasta ahora, la atención política y mediática destinada al plan de cuenca ha sido limitada y localizada. Y, por lo tanto, la movilización social también. Aunque hay actores políticos, como Podemos, CHA o IU que reclaman que se reabra el debate social.

Aun así, de momento, los partidos con mayor representación parlamentaria --PP y PSOE-- no parecen dispuestos a invocar la movilización social. Y les apoyan otros, como el PAR, que en su día agarró con fuerza la bandera antitrasvase. Consideran que el plan es bueno para Aragón y que reclamar un mayor caudal ecológico para el delta iría en detrimento de los intereses de los aragoneses y del Estatuto de Aragón.

En Cataluña, el panorama es radicalmente distinto. Una nutrida comitiva de representantes institucionales, entre ellos del Gobierno de la Generalitat, asistieron a la marcha de ayer y recibieron un encargo de la Plataforma en Defensa del Ebro: "Que (la Generalitat) se mantenga firme" en una lucha que se presenta "larga y complicada".

"El Delta y el Pirineo están unidos, sus embalses son nuestra muerte", exclamó la representante de la PDE, Susana Abella. Allí estuvieron representantes de la plataforma Yesa No, entre otras. Los defensores de un nuevo plan afirman que un caudal suficiente y el riego sostenible son compatibles.