Pachi García, de 55 años, corrió a una oficina del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) en cuanto se enteró de que acababa de entrar en vigor el subsidio de desempleo para mayores de 52 años. «He venido a preguntar», explicó, «porque soy autónomo y ejerzo una actividad que no da de sí».

A la salida de la oficina situada en la calle Doctor Cerrada, en Zaragoza, Pachi no las tenía todas consigo. «Para cobrar un mínimo tengo que haber cotizado un año», señaló.

En su opinión, la extensión a los 52 años del derecho a la percepción del subsidio es «una buena medida», pero que la dificultad estriba en que también existen muchas exigencias y se deben cumplir numerosos requisitos.

Pachi García procede del mundo de la publicidad y el periodismo y ha trabajado como comercial en distintos medios, siempre por su cuenta.

«La situación del colectivo de autónomos en este país es desesperante», subrayó. «Estamos dejados de la mano de Dios», añadió. «Todos los partidos políticos, en periodo de elecciones, parecen que se ponen de acuerdo para decir que hay que hacer algo por nosotros, pero lo cierto es que cuando llegan al poder luego no hacen absolutamente nada», lamentó.

Ante este estado de cosas, Pachi aprovecha cualquier oportunidad para ofrecer sus servicios, pero la situación está complicada para los que, como él, tienen que pagarse su propia Seguridad Social.

Ahora, una luz se abre en su horizonte. La posibilidad de tener derecho al reconocimiento de parado de larga duración antes de haber alcanzado los 56 años.

Pero como autónomo tiene la obligación de cotizar para poder recibir determinadas prestaciones, como la asistencia sanitaria y la prestación por desempleo, entre otras. La clave, en su caso, es haber cotizado el tiempo suficiente.