La crisis institucional en el Ayuntamiento de Zaragoza podría acabar salpicando a la gobernabilidad aragonesa. O al menos así lo teme el presidente del PP autonómico, Luis María Beamonte. «Es la evidencia del fracaso político de la izquierda», aseguró. Sin embargo, el responsable de la DGA, Javier Lambán, rechazó cualquier vinculación.

El líder popular, que recordó que el PSOE no aceptó su apoyo para lograr la alcaldía de la capital aragonesa, afirmó que Lambán está cambiando «un presupuesto por un sillón» y Santisteve «un sillón por un presupuesto», en referencia a la proximidad ideológica entre Podemos y Zaragoza en Común (ZeC). Beamonte aseguró que gracias a estas alianzas Zaragoza camina «al desastre» y la DGA a la «inacción absoluta» debido a «guerras orgánicas y entre partidos de la izquierda».

El presidente socialista, por su parte, evitó pronunciarse abiertamente sobre las decisiones de (ZeC). «Trato por todos los medios de no inmiscuirme en los problemas que tienen el resto de instituciones de la comunidad» porque, a su entender, «desde la DGA lo que se tiene que aportar es un llamamiento a la estabilidad».

En todo caso, Lambán elogió la acción de los concejales socialistas «un punto de sensatez y de responsabilidad».