Si el curso escolar ya terminó de una manera inédita y atípica, el comienzo del siguiente no va a ser para menos. De hecho, a falta de un mes para regresar a las aulas todavía está en el aire el cómo será esa vuelta en Aragón (y en el resto de las comunidades), cuáles serán los planes de contingencia en cada centro educativo y lo más inquietante de todo: qué escenario ofrecerá el coronavirus el próximo 7 de septiembre en una comunidad donde los rebrotes de casos están marcando el verano.

Lo que está claro es que en Aragón se apuesta por «la mayor presencialidad posible», tal y como señaló ayer el presidente Javier Lambán en una entrevista en la cadena Ser. En estos momentos, y según ha podido saber este diario, los técnicos del Departamento de Educación trabajan en concretar las medidas incluidas en el escenario 2. Es decir, la asistencia a clase se da por segura, pero se contempla una intervención parcial cuando se produzca algún contagio entre el alumnado.

En ese caso se tendría que aislar el aula y a todos los contactos, y es precisamente en esas condiciones y en cómo se desarrollarían en lo que ahora se trabaja. «El comienzo del curso nos puede traer situaciones más complicadas, pero debemos empezar a pensar que tendremos que convivir con el virus. Nuestros técnicos nos siguen recomendando que empecemos con la mayor normalidad posible», admitió Lambán.

Pese a las dudas del retorno a las aulas que puedan existir entre las familias, los equipos directivos y los docentes, la presencialidad y la vuelta al cole por la que se apuesta en Aragón parece responder también a la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez, que quiere combatir el virus en verano con una mayor detección al aumentar las PCR_y garantizar un septiembre con la mínima transmisión posible. «El objetivo es anticiparnos al otoño y al invierno, reduciendo la transmisión al mínimo posible antes de la vuelta al trabajo y el inicio del curso escolar», explicaron fuentes oficiales.

Además, estas insistieron en que se trabaja «en la dirección adecuada», tanto en las áreas de detección precoz como en la respuesta temprana y control pandémico. En este sentido, el país ha realizado esta semana un 7% más de PCR respecto a la anterior y se está muy cerca de alcanzar las 50.000 pruebas diarias.

Conciliación y plantillas / En los centros educativos, mientras tanto, el verano está siendo frenético. Son estos quienes deben elaborar planes de contingencia que, después, ratificará y aprobará Sanidad. «Estamos algo preocupados porque el grupo burbuja (el que se crea por ejemplo en materias como Religión al acoger a alumnos de diferentes clases) no se podría respetar. Ahí habría estudiantes de diferentes clases y en teoría no se debería», apuntaba ayer el director de un colegio de Zaragoza.

«No es lo mismo guardar las distancias con los alumnos de 5º o 6º que hacerlo con los de Infantil. Ahí también tenemos un problema con el comedor, porque es un momento donde comparten estancia chicos y chicas de otros niveles», apuntó. «La solución sería que monitores y docentes dupliquen su trabajo o que se contrate más personal», añadió. «Tenemos un poco de incertidumbre, pero también somos partidarios de la presencialidad porque un curso entero sin ir a clase no lo puede soportar una sociedad», añadió.

«Sin los colegios, el sistema de conciliación se rompe», indicó este director. En este sentido, desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (Fapar) recalcaron que la conciliación de las familias es «fundamental» para garantizar la economía de la comunidad y del país. «La importancia de la presencialidad es importante desde el punto de vista educativo y emocional, pero también por conciliar. Las familias no queremos aparcar niños, sino que es básico que trabajemos para la actividad económica y por eso mismo las escuelas deben continuar», indicaron desde el colectivo.

Fapar pidió «empatía y paciencia» a los equipos directivos y a los padres porque la situación es «inédita y nueva» para todos. «La escolarización no es opcional, el problema es que no hay un horizonte claro sobre cuándo volverá la normalidad y entendemos que eso genere nerviosismo», indicaron. La federación está en contacto «permanente» con Educación y Sanidad para garantizar la máxima seguridad en la vuelta a clase