--¿Cree que puede haber vuelta atrás o modificación de algunos criterios esenciales de la reforma?

--De momento no la hay, aunque es posible que pueda haberla. Yo seguiré luchando y dedicaré toda mi fuerza a impedir que esta ley salga adelante, aunque lo veo difícil. Sí puede ser que se cambien algunas cuestiones como la prohibición de abortar por malformaciones del feto, algo que, en mi opinión, pasará a ser revisado. Pero, con todo, esta ley supone un grave retroceso y volver al franquismo.

--¿Sabe si existen profesionales aragoneses dispuestos a seguir la senda de desobediencia que usted pretende marcar?

--No lo sé. Tenga en cuenta que asumir esa rebeldía supone hacer lo mismo que hacías hasta ahora pero con la certeza de que te pueden detener. Pero yo sí asumo ese riesgo, consciente y libremente. Eso lo tengo claro. No sé si tendré detrás a alguien o no, pero reitero que asumo lo que sea y pregono que esta reforma va a ser muy perjudicial para la mujer.