Alberto Martínez y Enrique Comín salieron ayer pronto de sus casas, tal y como solían hacer algunos fines de semana, para disfrutar de un día en bicicleta por la carretera cuando un conductor borracho truncó sus vidas y las de sus familias cuando circulaban por la N-330, a la altura del término municipal de Botorrita. El autor, cuya identidad no ha sido ofrecida por la Guardia Civil por expreso deseo judicial, fue detenido y puesto en libertad provisional tras declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, Natividad Rapún. Está imputado de dos delitos de homicidio imprudente y otro contra la seguridad vial por circular bajo los efectos del alcohol.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 09.45 horas. Cuando las víctimas, de 62 y 68 años y vecinos de Zaragoza, circulaban correctamente por el arcén, a la altura del punto kilométrico 476 de la carretera nacional, fueron arrollados por detrás por el Opel que conducía un hombre de 63 años y vecino de La Muela (Zaragoza). Ambos ciclistas morían en el acto, según el informe forense preliminar realizado en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO.

La fuerza de la embestida fue de tal magnitud que los cuerpos sin vida de Alberto Martínez y Enrique Comín llegaron a desplazarse más de 100 metros. El conductor --que había tenido un accidente leve horas antes-- no se dio a la fuga, si bien fueron otros ciclistas que circulaban por esta carretera quienes llamaron al servicio de emergencias 112 para dar parte de lo ocurrido. Varias dotaciones de los Bomberos de la DPZ se trasladaron a lugar sin poder hacer nada, salvo dar paso a la Hermandad de la Sangre de Cristo y a la Guardia Civil que realizó el levantamiento del cadáver y tomó las pruebas necesarias para la investigación.

TASA

El detenido se acogió a su derecho a no declarar ante la Benemérita, si bien, según pudo saber este diario, estuvo lamentando las consecuencias de haber cogido el coche bajo los efectos del alcohol. De hecho, arrojó un resultado de 0,76 miligramos por litro en aire espirado, tres veces más de los 0,25 permitidos como máximo. En el test de drogas dio negativo.

En el juzgado sí estuvo declarando durante más de dos horas ante la jueza de guardia, quien decretó su no ingreso en prisión de forma provisional, a pesar de que el fiscal Raúl Miranda sí la solicitó ante la gravedad de los hechos. El juzgado le permitió salir por otra puerta y esquivar a los medios.

Los familiares de estos ciclistas pidieron ayer justicia. Antes de que se conociera que el autor del arrollamiento quedaba en libertad, la cuñada de una de las víctimas, Emilia Gutiérrez, confiaba, ante este diario, en que "le cayera todo el peso de la ley". "Si este hombre no hubiera bebido, no le hubiera pasado esto al hermano de mi marido", señalaba a la vez que pedía "al volante cero alcohol". Gutiérrez recordaba visiblemente afectada que Enrique Comín acababa de prejubilarse en la GM y que tenía muchos planes junto a su mujer. Un futuro truncado en el momento en el que hacía lo que quería.