A José Javier Salvador Calvo se le concedió el tercer grado penitenciario en el 2011, y a partir de ese momento y durante cinco años ha disfrutado de innumerables permisos fuera de la prisión de Teruel en régimen de semilibertad y ha mantenido su trabajo con regularidad. En el 2015, y ante la negativa de Instituciones Penitenciarias a concederle la libertad condicional, presentó recurso ante el juez de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Aragón quien desestimó su recurso denegándole por tanto la medida cuando llevaba cumplidas las dos terceras partes de la condena. En el 2016, por medio de su letrada, la ahora fallecida, volvió a solicitar la libertad condicional. Se le concedió entendiendo que había cumplido las tres cuartas partes de la condena, además de constatar que en los cinco años había gozado de salidas fuera del centro penitenciario sin protagonizar incidente alguno. Tenía que pagar 300 euros mensuales en concepto de responsabilidad civil. El auto se convirtió en firme, después de que la Fiscalía no lo recurriera