De entre los retos que lanzó ayer el presidente destaca uno: la iniciativa estratégica de crecimiento. Bajo esto abstruso nombre se esconde una línea de actuación que es precisamente la que necesita Aragón en este momento: creación de empresas, apuesta por el I+D+I, cualificación y disponibilidad de mano de obra y entorno social estable. Ahora bien, para dar forma a esta declaración de intenciones se necesitan hechos puntuales y tangibles. Detallar mejor cuáles serán estas acciones es lo que debe hacer hoy Iglesias cuando replique a una oposición que ayer ya pidió, con motivos, mayor concreción.