Los argumentos con los que Cataluña, Valencia y Murcia defienden a ultranza la apuesta por el eje mediterráneo volvía ayer a cuestionar la rentabilidad de otras inversiones. Para ellos, la mitad de la población española vive en el litoral mediterráneo y en este eje se genera prácticamente el 50% del Producto Interior Bruto (PIB). El 60% de la exportación española parte de los puertos de este territorio. Con esta carta de presentación, defienden sus impulsores, avalar la candidatura del corredor mediterráneo ferroviario es una cuestión de sentido común. Principalmente porque la crisis exige elegir con mucha puntería en qué se invierten esos recursos escasos, qué iniciativas pueden ayudar a salir del agujero.

"En los próximos años no se podrán hacer infraestructuras para quedar bien sino infraestructuras para ir bien. Esas son las que tocan ahora y el corredor mediterráneo es una de ellas", subrayó ayer el presidente catalán, Artur Mas.

Mas volvía así a poner el dedo en la llaga acerca de las cuestionadas inversiones, sobre todo de la última década, con servicios del AVE de dudosa rentabilidad, aeropuertos inaugurados sin un solo vuelo o autopistas de peaje desiertas por la competencia de la autovía anexa que es gratis. Bueno, también para Europa insistía en un argumento repetido hasta el hartazgo en las decenas de actos de apoyo al corredor mediterráneo del último año. La mayoría capitaneados por el lobi ferroviario Ferrmed, han puesto sobre la mesa que este eje que cruzaría los Pirineos y alcanzaría los países nórdicos no solo es bueno para la economía española, sino para todo el continente. Por eso la Unión Europea quiere tener muy claro que si incluye en la lista de proyectos prioritarios este corredor de 1.300 kilómetros, el Gobierno español garantizará que pagará la parte que le toca para que en 2030 esté funcionando.

Pero olvidan cuestiones importantes con las que la Travesía Central cuenta. El eje 16 ya es prioritario para Europa y lo es por la rentabilidad económica demostrada, por el apoyo de puertos tan importantes como Sines y Algeciras, vía de conexión con el norte África, y con flujos potenciales de mercancías de miles de toneladas anuales.