Llenar el depósito del coche no era tan barato desde principios del 2010. El litro de diésel ya se sitúa incluso por debajo del euro en algunas gasolineras aragonesas, aunque en la mayoría el precio medio ronda los 1,11 euros, según los datos del Ministerio de Industria. De hecho, en Zaragoza capital ninguna estación de servicio vende todavía el litro de gasóleo por menos de un euro. Con todo, el abaratamiento progresivo que vienen registrando los carburantes en los últimos meses está dando un respiro a la economía de las familias y, sobre todo, a los profesionales que utilizan su vehículo a diario.

Como suele ser habitual, la caída del barril de petróleo ha tardado en llegar a los surtidores, pero el combustible está ahora a años luz de los máximos anuales de principios de julio y también está mucho más barato que hace cuatro meses. Entonces, el diésel (el carburante que utiliza casi el 80% de los automóviles en España) se situaba en los 1,319 euros, por lo que llenar un depósito de 50 litros costaba 65,90 euros. Ayer había que pagar diez euros menos.

La diferencia aún es mucho mayor si se compara con los precios de agosto del 2012, cuando el gasóleo alcanzó en la comundiad la cota de los 1,40 euros coincidiendo con la subida del IVA del 18% al 21%.

LA COMUNIDAD MÁS BARATA

Con todo, el coste de los carburantes sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza para muchos ciudadanos tras seis años de crisis. Y eso que, en las estadísticas del ministerio, Aragón es habitualmente la comunidad con los precios más baratos, junto al resto de regiones que no aplicaban el denominado céntimo sanitario.

La intensa caída de los últimos meses no ha impulsado las ventas en las gasolineras de la comunidad, según indicaba recientemente la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón. Aunque aquí la felicidad también va por barrios. "Hay bastante gente que aprovecha que está más barata para llenar el depósito, mientras que hace un tiempo solo repostaban 10 o 20 euros", señalaba ayer Rodrigo, el trabajador de una gasolinera del Actur después de cobrar a Manuel, un motorista que destacaba la bajada del precio: "Para llenarla antes me dejaba 17 euros, hoy me ha costado 11,60".

El consumo, sin embargo, sigue muy lejos de los datos del 2008, tal y como reconocía ayer el empleado de otra estación zaragozana: "Hace seis años vendíamos entre 7.000 y 8.000 litros al día y ahora apenas superamos los 4.500". De hecho, Aragón consumió en el 2013 un total de 864.233 toneladas de gasóleo, mientras que en el 2008 se vendieron 962.040 toneladas. Unas caídas que, según el sector, han provocado el cierre de unas 500 gasolineras en España.

A pesar de la bajada de los precios y aunque saben que entre las estaciones abanderadas por las grandes petroleras las diferencias no son sustanciales, hay ciudadanos que siguen buscando la gasolinera más barata. Así, el ahorro que se podía lograr esta semana en la provincia de Zaragoza repostando 50 litros de diésel en una u otra estación alcanzaba los 9,5 euros.

La gasolina de 95 octanos, por su parte, ha seguido la misma tendencia a la baja del gasóleo y actualmente el litro se vende en Zaragoza a 1,14 euros.

FENÓMENO 'COHETE-PLUMA'

Tal y como han denunciado en más de una ocasión las asociaciones de consumidores, el abaratamiento de las materias primas tarda mucho en reflejarse en los surtidores. La extinta Comisión Nacional de Competencia (CNC) ya denunció hace años lo que llamó el fenómeno cohete-pluma.

Es decir, que las gasolineras trasladan las subidas como un cohete pero las bajadas se reflejan con la velocidad de caída de una pluma. La CNC recordó que el problema era el excesivo poder de las tres grandes firmas con capacidad de refino. De hecho, Repsol (63%), Cepsa (28%) y BP (9%) controlan el 40% de la capacidad de almacenamiento y el 64% de las gasolineras.

De hecho, las estaciones de servicio que estos días venden el litro de diésel a menos de un euros en España suelen ser independientes de las grandes distribuidoras, con una estructura de costes reducida y capacidad para negociar precios en el mercado a diario.