"Los hijos son los principales perjudicados por los conflictos que viven sus padres. Y a menudo tenemos que ayudarles para que aprendan a afrontar la situación familiar que se ven obligados a vivir". Antonio Peñalver lleva casi dos años al frente de la Asociación Punto de Encuentro Familiar en Zaragoza, una organización donde madres y padres separados y divorciados cumplen con los regímenes de visitas sin tener que encontrarse con sus exparejas. "Es un manera de facilitar la entrega y recogida de los pequeños sin riesgo de tiranteces ni violencia", comenta Peñalver.

De esta manera, los intercambios que solían hacerse en comisarías o juzgados, a veces con presencia de testigos, pueden ahora realizarse de forma gratuita en un piso que cuenta con personal especializado como psicólogos, abogados y trabajadores sociales.

En la mayoría de las ocasiones, las parejas separadas se encuentran en procesos contenciosos, aunque también se dan casos de personas que "por impagos de pensiones acuden al centro en busca de una solución a pesar de que habían logrado un convenio para regular su situación", explica el presidente de la asociación.

Según indica Peñalver, a menudo se enfrentan a historias personales en las que el incumplimiento del régimen de visitas hace insostenible la relación de los padres, que afecta en primer lugar a los niños: "Nosotros elaboramos unos informes y ayudamos a establecer a un acuerdo para que las visitas de ambas partes se hagan lo mejor posible. Eso sí, si el padre o la madre incumple lo establecido acudimos al juez, aunque esto no suele ocurrir, porque quienes acuden al centro tienden a acatar los pactos".

Las tensas relaciones que se originan entre los padres separados pueden provocar problemas a los pequeños, que necesitan "de una atención especializada que los psicólogos de la asociación damos a los hijos cuando se encuentran muy afectados. Porque el objetivo último es beneficiar a los niños y proteger sus derechos", afirma el presidente de la organización, que se fundó en julio del 2002.

Situaciones complicadas

A menudo, los hijos de las matrimonios separados tienen dificultades "para afrontar la nueva situación de su familia, en ocasiones por la existencia de nuevas parejas en ambas partes. Ahí resulta muy importante ayudarles a adaptarse, porque esos cambios son muy complicados", asegura Peñalver.

Este hombre critica la falta de ayudas públicas para hacer que el centro que dirige progrese: "Como nuestro servicio es gratuito, nos financiamos con subvenciones de las instituciones. Aunque algunas personas sí se interesan por nuestro trabajo, otras prefieren no pronunciarse".

En la actualidad, existen 33 centros como éste en España, donde los padres pueden reunirse con sus hijos en una sala agradable.