La madre de Julián Lafuente Picazo, el joven de 20 años que falleció el pasado día 3 en el hospital Ernest Lluch, presentará mañana en Zaragoza una "denuncia abierta por vía legal con el fin de que se esclarezcan los hechos" de la muerte del joven, según declaró ayer un abogado de la Asociación de Defensa del Paciente.

El abogado afirmó que ya se estaban tomando las primeras medidas en torno al incidente, ya que, según declaró la madre, Teresa Picazo, "hasta hace un día no hemos sido conscientes de lo que ha ocurrido, porque fue algo horrible e inesperado".

La familia ha solicitado una serie de documentos con el fin de conocer la verdad sobre el incidente, objetivo para el que declararán todos los facultativos del hospital, todas las personas que se encontraban cuando se produjeron los hechos en la sala de espera, el vecino que declaró los hechos en este periódico y una vecina de la madre del joven. Asimismo, se reclamará la historia médica completa, el parte de la atención domiciliaria así como el del hospital Ernest Lluch con el "fin de contrastar si fueron 10 ó 50 los minutos esperados por Julián", la autopsia del cadaver y todas las quejas del ayuntamiento de Calatayud, especialmente aquellas que reclaman una mayor atención médica.

Tanto la familia del joven como el abogado insistieron en que "no se intenta culpar a nadie de la muerte de Julián, simplemente queremos que se conozca qué fue lo que pasó y para eso presentamos todos lo hechos al juez, para que sea él el que decida en cuanto al asunto".

A más de una semana de la muerte, Teresa Picazo, madre del fallecido, asegura que "nadie del hospital ha hablado con ella, solamente las asistentas sociales y el alcalde de Calatayud le han mostrado su apoyo" sobre la muerte de su hijo. Por eso, la madre pide "justicia y explicaciones" para conocer los verdaderos hechos y para que "no le vuelva a pasar a nadie más, porque es horroroso".