Tras la decepción del pasado viernes llegaron noticias más esperanzadoras. La ministra de Agricultura, Angeles Espinosa, rectificó ayer tras dejar en el aire la posible concesión de ayudas a los damnificados por las riadas registradas en la provincia de Zaragoza el pasado lunes y aseguró que habrá indemnizaciones. Eso sí, supeditó la concesión a los informes técnicos que elabore la Consejería de Agricultura del Gobierno aragonés sobre los daños ocasionados en cultivos, explotaciones ganaderas e infraestructuras agrícolas.

Espinosa, que estuvo presente en Cariñena durante la celebración del 60 aniversario de Bodegas San Valero, se reunió por la mañana con los representantes sindicales del sector, con quienes trató temas como la ampliación del plan de regadíos más allá del 2008 y mejoras para los agricultores, además de las consecuencias de las inundaciones.

La ministra de Agricultura no concretó qué tipo de ayudas se proporcionarán, aunque se mostró más receptiva que el día anterior.

"Los afectados tendrán respuesta con toda seguridad, pero no podemos hablar de cantidades porque todavía no conocemos el alcance de los daños. Sólo puedo decir que las peritaciones de los seguros se activarán cuando el terreno lo permita y que los desperfectos han afectado tanto a los cultivos como a las infraestructuras" , apuntó Espinosa.

Estas palabras fueron recibidas con cierto optimismo por los sindicatos, que explicaron tras el encuentro mantenido con Espinosa cómo se gestionarán las ayudas. "El viernes echó balones fuera, pero la ministra nos ha dicho hoy --por ayer-- que antes de hablar de cantidades concretas hay que conocer los resultados de los informes que está elaborando la Consejería de Agricultura de Aragón. Y que las indemnizaciones se canalizarán a través del Ministerio de Medio Ambiente y el de Agricultura" , indicó a este periódico el secretario general de ARAGA, Rafael Escanero.

Escanero afirmó que Espinosa estuvo "receptiva" durante la reunión, pero dejó bien claro que la aspiración de los sindicatos es que las ayudas lleguen tanto a quienes tienen sus terrenos asegurados como a los que carecen de pólizas. "No ha especificado si las partidas se destinarán a todos los afectados, pero nosotros así lo hemos exigido", añadió.

En la misma línea se manifestó el secretario general de UAGA, Javier Sánchez, quien estimó que las primeras declaraciones de Espinosa, en las que no confirmó las indemnizaciones, fueron un "desliz". "Ha tomado nota de nuestras peticiones, porque lo que está claro es que los daños son cuantiosos. Nos ha confirmado su compromiso de ayudar a los damnificados, así que sus palabras del día anterior creo que fueron un despiste", subrayó Sánchez.

ZONA CATASTROFICA A pesar de que algunos municipios ya se están movilizando para pedir la declaración de zona catastrófica, Escanero rechazó esa medida para el conjunto de las comarcas afectadas por las riadas "porque en ese caso las ayudas serían de la Unión Europea, lo que retardaría mucho más su llegada".

Sin embargo, desde Chunta Aragonesista (CHA) se insistió en esta medida como solución a los problemas de los agricultores y ganaderos que han sufrido los avatares de las inundaciones. En un comunicado, el secretario general de CHA, José Antonio Acero, criticó abiertamente a la ministra de Agricultura por sus palabras, que calificó de "tibias y demasiado imprecisas" y pidió más detalles sobre las indemnizaciones. "La situación es lo suficientemente excepcional como para dar una simple y sencilla respuesta tipo. Con una declaración de zona catastrófica se pueden asegurar mejor todas las ayudas necesarias", remarcó Acero.

Por su parte, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, se limitó a recordar que los afectados tendrán el mismo trato que los damnificados por las riadas del 2003.