Aragón se ha convertido en un polo de atracción indiscutible para las empresas del sector del automóvil. Una prueba más de ello es el inminente desembarco de Magna, un gigante del motor que tiene previsto invertir alrededor de 30 millones de euros en la construcción de una planta en el entorno de Figueruelas, muy cerca de uno de los pulmones económicos de la comunidad, General Motors. El proyecto, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, contempla la creación de unos 200 empleos en una primera fase que se extenderá hasta el 2017, aunque en el medio plazo no descarta alcanzar los 500 puestos de trabajo.

Magna, que apostó finalmente por Aragón tras sondear ubicaciones alternativas como la comunidad de Navarra o Cataluña, formalizará su aterrizaje en los próximos días. Tras ello proyecta levantar una nave de entre 15.000 y 20.000 metros cuadrados en los alrededores de Figueruelas, aunque dispondrá de un terreno de hasta 200.000 metros de cara a posibles ampliaciones en el futuro. La construcción de la factoría estará finalizada en agosto del 2016, según las previsiones que maneja la multinacional, que da empleo a unas 800 personas en España.

UBICACIÓN Y ESTABILIDAD

La apuesta de este gigante del automóvil por Aragón obedece a varios factores, pero entre ellos destaca su ubicación geográfica, junto a GM España y con los grandes fabricantes del sector a tan solo 300 kilómetros a la redonda. En ese entorno se encuentran Ford (Almussafes, Valencia), Volkswagen (Landaben, Pamplona), Nissan y Seat (ambas en Cataluña) y Mercedes (Vitoria), entre otros, que se convierten de esta forma en potenciales clientes de uno de los mayores fabricantes de equipos, componentes y vehículos del mundo.

Los menores costes de producción es otro de los factores que hacen de Aragón un entorno atractivo para el sector del automóvil. De hecho, Magna ha analizado durante los últimos meses esta variable para decantarse por la comunidad. Distintas fuentes consultadas señalan también que el factor político y el proceso soberanista en Cataluña han podido decantar la balanza a favor de la comunidad aragonesa, aunque Magna ya cuenta con tres centros en el territorio vecino. La última inversión de la multinacional austro-canadiense en España la realizó en Valencia, en el último trimestre del 2012, donde fabrica asientos.

La cualificación de la mano de obra se antoja como otro de los elementos clave para que Magna se instale finalmente en Aragón. En este sentido, algunas de las empresas auxiliares que han invertido en la comunidad en los últimos meses ven determinante este factor, si bien es un bien cada vez más escaso debido a la implantación de un buen número empresas en territorio aragonés en los últimos dos años. La apuesta del sector por fabricar en España, la fabricación de cuatro nuevos modelos en GM España en un plazo de solo tres años y los altos niveles de competitividad de la industria local explican esta buena dinámica.