La sorpresa, desagradable, es ya algo cotidiano en su trabajo. Todos los días, al llegar a su despacho en el paseo de María Agustín, Elena Allué, directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), se encuentra con una extensa lista de personas que la jornada anterior han marcado el número del teléfono de emergencias para mujeres maltratadas.

"Y lo que más llama la atención, al margen de la agresión de que han sido objeto esas mujeres --afirma Elena Allué--, es que los maltratadores son hombres cada vez más jóvenes, de 18, de 20, de 30 años de edad..."

Las estadísticas demuestran, de hecho, que el 60% de los varones acusados de malos tratos físicos y psíquicos por sus esposas o compañeras tienen menos de 40 años de edad.

"Eso significa --comenta la responsable del IAM-- que algo falla en la familia y la escuela, que son las principales estructuras de socialización". En su opinión, "el problema de los malos tratos hay que atajarlo insistiendo en la prevención, fomentando entre los niños y los adolescentes valores como la igualdad entre el hombre y la mujer y el respeto entre sexos".

El IAM, que se dispone a abrir una casa de acogida para mujeres en Teruel y un centro de emergencias en Zaragoza, recibió el año pasado en su teléfono de asistencia más de 4.000 llamadas de mujeres que solicitaban ayuda frente a la violencia sexista.

Peticiones de ayuda

"El aumento de las peticiones de ayuda es espectacular", subraya Elena Allué. "El año 2002, el número de llamadas recibidas fue de 2.300". Para la directora del IAM, "de estas cifras no puede deducirse que la violencia doméstica haya ido a más en sólo un año, sino que la mujer, poco a poco, va perdiendo el miedo a dar a conocer la situación en la que vive, y eso es positivo".

De hecho, según datos del IAM, "sólo se llega a denunciar el 20% de todos los casos de malos tratos que se producen, porque el miedo a las represalias, sobre ellas o sus hijos, pesa todavía mucho en las mujeres que padecen agresiones sexistas".

Un reciente estudio del Consejo General del Poder Judicial ha puesto de manifiesto que el 80% de las víctimas de los malos tratos masculinos (y el año pasado hubo 73 en toda España) "estaba en proceso de separación de su marido", según Allué. "Sería muy positivo --sostiene-- que la tramitación judicial de las rupturas matrimoniales se realizara de una forma más rápida".

Pero, al margen de las medidas de tipo preventivo y de los cambios legales que demanda la sociedad, la violencia doméstica debe recibir una respuesta inmediata.

En este sentido, el Ayuntamiento de Zaragoza cuenta con un doble dispositivo, de emergencia y de atención, "para acoger a las mujeres y niños que viven situaciones de malos tratos", en palabras de Carmen Gallego, concejal de Acción Social.

"La Casa de la Mujer --afirma la responsable municipal-- atiende las peticiones de las mujeres que recurren a sus servicios, pero el ayuntamiento posee además recursos para actuar de forma inmediata cuando un caso sale a la luz, y en estos casos se sigue un protocolo muy estricto".

Así, la mujer maltratada (y los hijos a su cargo, si los tuviera) es alojada en un hostal y se le asigna una trabajadora social cuyo cometido es ponerla al corriente de la ayuda económica, psicológica y jurídica que puede recibir en el caso de que la precise.

Las mujeres que viven situaciones más graves son alojadas en una casa de acogida en la que "normalmente, a lo largo del año, viven entre cuatro y siete personas".

El Ayuntamiento de Zaragoza, al igual que el IAM, que depende del Gobierno de Aragón, tienen previsto aumentar las partidas destinadas a la prevención y atención de los malos tratos a mujeres.

En la actualidad, ambas instituciones ponen a disposición de las víctimas una amplia red de recursos, según Carmen Gallego. "Nuestra opinión --declara-- es que la atención a los malos tratos no se acaba dando protección física a la mujer maltratada, y por eso les brindamos la oportunidad de aprender un oficio y trabajar".