Parecen muchos, pero no son tantos. Al menos es lo que dicen los números porque los desplazamientos en bici apenas rozan el 3% en Zaragoza, que ahora comparten espacio con los patinetes. Los ciclistas coinciden en que en los últimos años se ha mejorado mucho la red ciclable y que circular sobre dos ruedas en la ciudad del viento cada día es más fácil. Sin embargo, como sucede en todo, también tienen sus quejas.

Es el caso de Pedro Tello que asegura que existen carriles de primera y de segunda. «Ir por la ribera es una gozada porque están bien asfaltados y están alejados de la calzada, por lo que puedes ir tranquilo, pero hay otros tramos que son un peligro». Se refiere a la avenida Valencia que para él «es un horror». El motivo no es otro que los cruces, donde los coches rebasan el carril para acceder a las bocacalles y no están regulados por semáforos.

Ana Fernández se queja de las prioridades del ayuntamiento a la hora de crear nuevos carriles. En Las Fuentes, por donde trabaja, apenas hay. «Yo me muevo en bici y noto mucho la diferencia de unos barrios a otros. Se ven las preferencias del consistorio y los barrios de toda la vida parece que no existan», critica. Aunque admite que habría que mejorar algunos puntos, sobre todo las intersecciones, asegura que es una suerte tener una red como la zaragozana.

Los carriles que más críticas reciben son aquellos que discurren junto a las filas de aparcamientos de coches, como en Camino de las Torres. «La gente sale del coche y no mira, y te pegas más de un susto porque de repente te encuentras con una puerta que se abre. Eso es un peligro, no tiene sentido hacer un carril así», dice Claudia Gracia. Circular por Gran Vía puede ser muy cómodo o un auténtico fastidio, dice Pedro. «Tienes que ir sorteando a la gente. Entre los pasos de cebra, los peatones que van andando por el carril bici y los que bajan del tranvía sin mirar, parece que están en una competición».

Y es que los pasos de cebra y las paradas se han convertido en un tormento para los ciclistas. «Tienes que ir con mil ojos porque la gente va despistada o mirando el móvil y no se dan cuenta que no pueden parar en el mismo carril, sino en la acera», critica Pedro.