-Por fin Zaragoza es el segundo aeropuerto de España en transporte de mercancías, un momento histórico para la terminal. ¿Es un sueño puntual o tiene visos de consolidarse?

-La posición estadística en el ránking nacional es solo eso, un dato estadístico. Este año podemos estar segundos y el que viene terceros o cuartos. Al final eso es irrelevante, lo realmente importante es que a nivel de infraestructura siga creciendo mientras en el contexto internacional se nota una ralentización. Hay que seguir haciendo las cosas bien. Ha sido un cierre del 2019 muy bueno pero ni es un sueño ni nos quita el sueño si dejamos de ser segundo.

-No lo recibe con mucha euforía. ¿Percibe la que sí puede tener hoy la comunidad por ser segundos en el país?

-Uno siempre tiende a defender las infraestructuras locales y es normal sentir cierto orgullo. En otras comunidades puede estar más focalizado a los pasajeros, pero Zaragoza ya está en el mapa logístico mundial y no solo a nivel aéreo, sino también terrestre, ferroviario e incluso marítimo con la Terminal Marítima de Zaragoza. Es algo de lo que sentirse muy orgulloso, con un aeropuerto envidiable, unas infraestructuras y un personal muy orientado a que la operativa sea lo más ágil y eficiente posible, y es eso lo que las compañías detectan aquí y no tanto en otros más orientados al tráfico de pasajeros.

-¿Qué claves han influido este pasado año para lograrlo?

-Se han empezado inversiones importantes como la de las calles de rodaje o de crecimiento con la ampliación de plataforma y la nueva terminal de carga, o las instalaciones de combustible que van a empezar por fin en breve, y hay que seguir invirtiendo en ser más eficientes. Al final las decisiones de las compañías de operar es meramente empresarial. Ellas no vuelan desde Zaragoza porque le tengan más cariño sino que es mejor para sus intereses económicos.

-¿Cómo van esas inversiones en su ejecución?

-La renovación de las calles de rodaje ha finalizado ya, la plataforma le queda dos meses y estará operativa en primavera, aumentando un 40% su capacidad, y la terminal de carga debía haber empezado ya a construirse pero han surgido algunos problemillas con la adjudicataria, normales al inicio, pero unirá a las cinco terminales existentes otra de 3.500 metros cuadrados que es el doble de las que ya hay. Y está adjudicada su explotación a Swissport, que es un agente distinto a los que hay y eso fomenta que haya más competitividad.

-¿Zaragoza podría mover mucha más carga o está en sus límites?

-En la actualidad, hay días en los que no se maneja carga. ¿Qué volumen se puede llegar a mover? No se sabe, depende de los vuelos y cuando decidan las compañías operar. La operativa se divide en pistas, en plataformas, en terminales de carga y agentes asociados y puede haber un cuello de botella en alguno de ellos. De lo que se trata es que todos estén equilibrados. No sirve de nada tener una de las mejores pistas de España sin una plataforma donde aparcar esos aviones, por ejemplo. Hay que actuar sobre esos cuellos de botella que vayamos detectando. Y desde que se identifica hasta que se ejecuta igual pasan dos años mínimo.

-¿Tiene algo que ver el contexto sociopolítico actual o la situación de Cataluña para un 2019 así?

-La carga susceptible de ser transportada por avión es muy limitada y cuando una compañía lo hace es porque no tiene más remedio. Cuesta mucho más y el servicio que presta una compañia es igual, operen en Zaragoza, Barcelona o Bilbao, Vitoria o Sevilla. En principio, no está relacionado con la coyuntura política.

-El tráfico de viajeros sigue siendo el talón de Aquiles del aeropuerto. ¿Cómo se explica que bajen en un año y a pesar del esfuerzo económico de la DGA?

-La posición geográfica, que es un aliciente a la hora de enviar o recibir mercancías es un hándicap a la hora de sacar o traer pasajeros, porque estamos muy bien comunicados con dos hub internacionales como son Madrid y Barcelona. Viajar desde casa es más cómodo que desplazarse 300 kilómetros pero visto desde un punto de vista global de tiempo y dinero, a veces no es tal inconveniente. Si a aeropuertos periféricos les quitas el tráfico con Madrid o Barcelona seguramente tendrían menos viajeros que ahora. Seguramente el usuario no es el de negocios dentro de la península, sino de conexión con ciudades mal comunicadas con Aragón como es Galicia, o ciudades de grado medio con más potencial en Europa. De lo que se trata es de localizarlos y de hablar con compañías para establecer rutas. Eso es lo que se está haciendo con el Gobierno de Aragón. Con ellas deben hablar ellos pero sí tratamos de ofrecer el mejor servicio posible. No es fácil, porque Zaragoza no se conoce fuera de España. Ha habido compañías a las que hemos tenido que explicar qué es Zaragoza y Aragón, y qué podemos ofrecerle, y la implicación de todos los agentes. Cuando lo conocen saben que es un destino por el que pueden apostar.

-Por un lado se dice al ciudadano que tiene potencial para ser referente en todo el valle del Ebro y luego la estadística da un baño de realidad. ¿Aragón está soñando demasiado?

-El valle del Ebro es muy largo y es verdad que en un radio de dos horas por carretera hay unos 2,5 millones de habitantes. Es cierto que Zaragoza es la quinta ciudad de España pero también que a su alrededor no hay núcleos poblacionales significativos como en otras ciudades como Sevilla, Málaga, Granada o Valencia. Tratamos de demostrar a esa área de influencia que tenemos un aeropuerto cómodo y tiene las bondades de una terminal que no requiere muchas horas de antelación, que tiene el aparcamiento al lado y que puedes embarcar solo 45 minutos antes de despegar, que en un aeropuerto grande se emplea solo ese tiempo en caminar hasta esa puerta de embarque. Hay que poner eso en valor.

-¿Cómo están funcionando las nuevas rutas de Lisboa y Gran Canaria ? ¿Se ha acertado?

-Van muy bien, el índice de ocupación es muy alto, los usuarios están respondiendo. Canarias es un destino siempre seguro en cualquier ruta, y Lisboa también.

-Y hay tres nuevas para el 2020 a Marrakech, Viena, Santiago... Por cierto, ¿qué problema hay con esta última que aún no se pueden comprar billetes?

-Empezará entrado el verano, en julio, pero no es una cuestión del aeropuerto sino de la compañía. Pero nada nos hace pensar que no vayan a operarla.

-¿Confía en estos destinos?

-Creo que hay un tráfico potencial muy importante y la compañía que los opera, a esos precios, es un aliciente más en ambos sentidos. Son interesantes desde el punto de vista turístico, cultural y empresarial. No tengo ninguna duda de que funcionarán bien.

-¿Qué más puede hacer Zaragoza para atraer más viajeros o qué destinos pueden ser más interesantes?

-Tenemos detectados como destinos potenciales algunas ciudades de Italia, en Alemania hay otras que creemos que hay un potencial que no está adecuadamente servido, París podría tener una ruta todo el año, Canarias por supuesto, o alguna más a Reino Unido. Pero no es fácil convencer a las compañías, que tienen sus aviones y deciden operarlos donde más rentabilidad les sacan. Para que sea viable no solo tienen que ir llenos sino también con buenas tarifas. Llenar un avión es fácil, pero hacerlo rentable ya es más complicado.

-Roma era un objetivo prioritario en Zaragoza. ¿Ya no es tan interesante ahora?

-El problema de Roma es que las tasas de todos sus aeropuertos son extremadamente caras y las compañías se lo piensan mucho porque no es viable poner una ruta de bajo coste con tarifas así. Roma es muy interesante pero no parece un destino que se vaya a establecer a corto plazo.

-¿Volverá Ibiza? Su ausencia ha hecho mella en el total del 2019.

-Este año Air Nostrum tiene programadas dos frecuencias semanales. Es un destino que siempre ha funcionado muy bien y desconozco los motivos por los que todas las compañías decidieron retirarlas. Aunque tiene un problema de disponibilidad de plazas hoteleras y poner aviones pero no tener donde alojar a los pasajeros es un mal negocio.

-Gran Canaria y Santiago vuelven a la parrilla de vuelos tras años de ausencia. ¿Por qué ahora sí?

-Siempre han sido destinos interesantes. ¿Por qué los retiraron en su momento? Desconozco los motivos pero pueden ser múltiples, pero el mercado potencial que tienen siempre ha estado ahí.

-¿No es arriegado tener mucha ‘ryanairdependencia’?

-Ryanair es el principal cliente de Aena a nivel nacional y en Zaragoza es la primera compañía y un cliente más. Si decide operar desde aquí lo recibiremos con los brazos abiertos y si decide dejar de operar o reducir sus frecuencias, como ya hizo en su momento, nos dará mucha pena y seguiremos tratando de darle el mejor servicio posible.

-¿Zaragoza podría aspirar hoy a tener una base permanente? Hace años la peleó y no la tuvo por un sistema antiniebla que ahora sí tiene, y ahora también está el ‘brexit’ que puede obligar a buscar nuevas bases en Europa.

-Los requerimientos que suelen pedir las compañías suelen ser elevados y por el volumen de tráfico que tenemos no se dan las condiciones para que ninguna compañía monte una base en Zaragoza. Prácticamente debería estar centrada toda la operativa en una sola compañía. Y ni siquiera Ryanair con los siete destinos que va a tener este año se lo plantea. No sé a partir de qué cifra lo haría pero por experiencia sabemos que sería más elevado que el que hay ahora en Zaragoza.