Desde el 2007 hasta ayer mismo, la navegación fluvial en Zaragoza ha estado envuelta en polémica. Para empezar porque es complicado definir cuál ha sido el coste que el ayuntamiento ha tenido que invertir para garantizar este servicio --por ejemplo, si se cuantifica o no la inversión del azud--. Lo que sí se comprobó ya incluso en el año de la Expo es que el número de pasajeros nunca llegó a las previsiones: se han trasladado en los barcos 53.650 personas en cinco años de navegación. A partir de ahora, el consistorio sí ha querido dejar claro que el servicio corre a cargo de la concesionaria. Tanto si hay beneficios como pérdidas.

RENTABILIDAD - Las cuentas de Turismo Ebro Fluvial

El Ayuntamiento de Zaragoza solo compensó a la concesionaria inicial del servicio por sus pérdidas el primer año, el de la Expo, por 319.000 euros. Eso a pesar de que las cuentas siguieron sin salir en los siguientes años. De hecho, una auditoría externa analizó las cuentas de Turismo Ebro Fluvial cuando esta acudió a los tribunales en el 2011 para rescindir la contrata. Y concluyó "una rentabilidad negativa y la inviabilidad económica de la explotación". De hecho, las cifras aportadas por el informe revelan que los ingresos diarios del transporte fluvial ascendieron en el año de la Expo a 2.301 euros, mientras que los gastos supusieron 11.794 euros. Ya en el 2010, los ingresos diarios se redujeron a 238 euros diarios y los gastos a 3.006 euros.

La auditoría refleja que el mínimo viable para la explotación del servicio era un resultado anual de 100.403 euros y el óptimo, 221.801 euros. Sin embargo, los resultados reales de Turismo Ebro Fluvial para el 2009 fueron de 74.884 euros y, en el 2010, de 85.232 euros. Por eso el documento concluye que la concesionaria podía reclamar al ayuntamiento 1,2 millones si se le cedían las inversiones.

Finalmente, esta petición no se resolvió en los tribunales y Turismo Ebro Fluvial llegó a un acuerdo con el Parque de Atracciones para cederles la concesión hasta el 2032 por 400.000 euros. Ayer mismo comenzó la explotación comercial.

EL ESTADO DEL RÍO- Más de medio millón de euros en dragados

El dragado del Ebro para facilitar la navegación ha estado siempre en el centro de la polémica de la navegación fluvial. En total se han sacado del río más de 26.000 metros cuadrados de grava y buena parte de ellos estaban en el cauce porque no se tomaron las precauciones adecuadas para evitar que se diseminasen por el río con la construcción de los puentes para la Expo. Conjuntamente han costado unos 500.000 euros a las arcas municipales, aunque desde el consistorio se defiende que, en los últimos años, no ha sido preciso extraer gravas del río, sino redistribuirlas para facilitar el paso de las embarcaciones.

La nueva concesionaria, el Parque de Atracciones, ha aceptado por escrito que el consistorio no vaya a dragar el río para facilitar la navegación, sino solo para el paso de las embarcaciones de salvamento. Estas, no obstante, tienen un calado de 0,75 metros, es decir que cubren las necesidades del nuevo barco, cuyo calado oscila entre 0,21 metros en vacío y 0,37 lleno.

EL FUTURO- Un nuevo barco y ofertas combinadas

La nueva concesionaria del servicio, el Parque de Atracciones, ha pagado al concesionario anterior, Turismo Ebro Fluvial, como contraprestación económica 400.000 euros, cuyo abono se negoció a plazos. Es decir, los primeros 200.000 euros en el momento de concederse la autorización administrativa y el resto en cuatro fracciones --el 30 de junio y el 30 de diciembre de los años 2014 y 2015--.

Para prestar el servicio, el Parque de Atracciones ha adquirido un nuevo barco --el City Jet Boat-- con un calado de 0,37 metros y pretende hacer ofertas conjuntas con el Acuario y con el propio parque. De hecho, las 55 plazas de la embarcación se corresponden también con la capacidad de un autobús.

En un acuerdo privado con el ayuntamiento, la nueva concesionaria ha renunciado a recibir ninguna compensación en el caso de déficit del servicio y también a que se drague el río ex profeso.