Un total de 218 localidades aragonesas se beneficiarán de un proyecto destinado a aumentar el ahorro y la eficiencia energética y que tendrá como principales objetivos la modernización del alumbrado público, la sustitución de las calderas que funcionan con combustibles fósiles por otras que lo hacen con biomasa y la adecuación de las instalaciones municipales.

El plan, denominado Elena (European Local Energy Assistant), está financiado con fondos europeos y, de momento, podría suponer la inversión de unos 80 millones de euros.

Sin embargo, es posible que al final del proyecto, que requiere la realización previa de auditorías, la inversión sea "bastante superior" a esa cifra, según señaló ayer en la presentación de la iniciativa el consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, que hizo hincapié en que Elena tendrá como efecto la creación de empleo.

La adhesión al plan de ayuda y eficacia energética ha sido realizada por la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMPC) y ha recibido el respaldo del Gobierno de Aragón, que hoy dará el visto bueno definitivo al proyecto.

"Esperamos que en el verano del 2014 tengamos ya la respuesta positiva del Banco Europeo de Inversiones (BEI)", subrayó, por su parte, Carlos Boné, presidente de la FAMPC.

El visto bueno del órgano financiero de la Unión Europea supondrá dar luz verde a la realización de una auditoría energética de los municipios adheridos que el propio BEI financiará a fondo perdido en un 90% de su montante, mientras que el 10% restante correrá a cuenta de la FAMPC.

Además, en una fase posterior, será también el Banco Europeo de Inversiones quien dé el 50% de la financiación necesaria para acometer las inversiones, con un tipo de interés que oscilará entre el 1% y el 2,15%. El otro 50% lo aportarán las empresas de servicios eléctricos que se encargarán de hacer las obras.

De esta forma, según Suárez, la inversión finalmente llevada a cabo "no computa como deuda para los ayuntamientos". Y, por otro lado, las numerosas actuaciones a que dará lugar el proyecto Elena supondrán una serie de ventajas sociales, económicas y medioambientales.

Entre ellas figura, más allá del ahorro energético de las poblaciones, la creación neta de empleo, sobre todo en las zonas rurales. Asimismo, de forma indirecta, se logrará un descenso de la emisión de CO2 a la atmósfera y mejorará la prevención de incendios forestales, pues el uso de biomasa potenciará la limpieza y el clareo de los montes.

"El ahorro se notará en la factura energética de los ayuntamientos en una situación económica tan complicada como la actual", señaló el consejero de Política Territorial, que indicó que el proyecto moviliza a varios departamentos del Gobierno de Aragón: Hacienda, Industria y Medio Ambiente, además de el que él dirige.

Carlos Boné explicó que el importe mínimo de los planes expuestos ante el Banco Europeo de Inversiones no puede ser inferior a los 50 millones de euros, por lo que la Federación Aragonesa de Comarcas, Municipios y Provincias realiza una importante labor de información entre las localidades de las tres provincias. Por ello resaltó los numerosos beneficios que obtendrán los municipios en distintos campos, desde el económico al ecológico.