Más de un millón de aragoneses tienen hoy la posibilidad de ejercer su derecho al voto en alguna de las 1.718 mesas de los 1.050 colegios electorales que permanecerán abiertos desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde. Esta es la convocatoria electoral más multitudinaria del planeta después de la India, pues están llamados a las urnas más de 350 millones de personas. En Aragón, los ciudadanos pueden elegir entre más de 40 formaciones políticas distintas que concurren en unos comicios en los que una de las principales incógnitas está en el índice de participación y el tirón que pueden sufrir las dos grandes formaciones que tradicionalmente aglutinan el mayor porcentaje de votos: el PSOE en el centro-izquierda y el PP en el centro-derecha y la derecha.

ADIÓS AL 'VOTO ÚTIL' A diferencia de otras elecciones, el hecho de que haya una única circunscripción podría favorecer un aumento del voto a nuevos partidos y formaciones que han surgido en los últimos años amparados por cierta presencia mediática y que ha recogido parte de los movimientos de indignados contra el modelo de participación vigente y ante una crisis que sigue azotando a una gran parte de la sociedad. Su protagonismo e incidencia está por ver, pero han animado una campaña que precede a la cita de hoy, en la que las previsiones apuntan a una baja participación --en torno al 40%-- y donde los resultados son inciertos.

El Partido Popular ha realizado una campaña en la que la candidata aragonesa ha tenido tan poco protagonismo que en algunos mítines ni siquiera ha intervenido. Eso sí, se ha recorrido Aragón de punta a punta. Los populares han centrado su intensa agenda en defender las reformas emprendidas por el Gobierno español y contraponer su modelo ante el del PSOE, partido al que ha acusado de provocar esas reformas que le han obligado a tomar esas medidas. Los populares han centrado gran parte de su campaña en el aporte de su presidenta, Luisa Fernanda Rudi, y varios ministros, que han participado, como el presidente Mariano Rajoy y su candidato, Miguel Arias Cañete, en numerosos actos en Aragón.

LA AGENDA OCULTA Más activo ha sido el papel de la candidata aragonesa por el PSOE, Inés Ayala, quien ha participado diariamente en dos y tres actos. Tras el mitin central del pasado jueves, en el que participaron la candidata Elena Valenciano y el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se muestran con más entusiasmo que al inicio de campaña. Los socialistas han explotado al máximo tres ideas: la de un PP que lleva en su agenda oculta el trasvase, la de explotar las polémicas declaraciones de Miguel Arias Cañete tras el cara a cara con Elena Valenciano y que 19 años de gobierno de derechas en Europa ha provocado dolor y sufrimiento en los ciudadanos frente al modelo socialdemócrata que defiende el PSOE. Los socialistas han ido de menos a más y hoy tienen ante sí un claro examen: saber si remontan el bache que sufrieron en el 2011 y si recuperan gran parte del electorado que les castigó severamente ese año.

Por su parte, Izquierda Unida, partido mayoritario dentro de la coalición La Izquierda Plural, ha hecho el tipo de campaña habitual en esta formación. Con escaso presupuesto, ha tirado de sus performances y la activa presencia de tres candidatos que se estrenan: Paco Iturbe, Alberto Cubero y Bea Izuel. Con el respaldo del resto de la formación, y la presencia en Aragón de su candidato Willy Meyer y su coordinador general, Cayo Lara. Izquierda Unida ha reivindicado una Europa más social, ha alertado de la Troika y ha equiparado al PP con el PSOE, en un intento de captar parte del electorado socialista más descontento. Como le suele suceder a esta formación, ha defendido la necesidad de votar sin contar con el voto útil.

CHA, dentro de la coalición Primavera Europea, también ha intentado diferenciarse con una campaña de escaso presupuesto, imaginación, pequeños pero abundantes actos y gran presencia en internet. La candidata, Ángela Labordeta, se ha recorrido Aragón bajo el lema "la Europa de las personas" e igualando al PSOE con el PP, un argumento empleado por muchos partidos que pretenden combatir el bipartidismo.

Está por ver el tirón que tengan nuevas formaciones que han cobrado un protagonismo superior al de otras citas y que han despertado el interés de muchos ciudadanos. Es el caso de Podemos, UPD, Puyalón, Ciudadanos o Vox, que pueden recoger parte del desencanto y romper la habitual hegemonía de los partidos tradicionales.