Pocos zaragozanos habían probado los anacardos o las nueces del brasil hasta que Frutos Secos El Rincón los introdujo por primera vez en tierras aragonesas. Fue en 1984, pero los orígenes de esta empresa familiar se remontan a 1982, cuando los fundadores -Antonio Flamenco y su mujer Concepción Lozano- abrieron una floristería en el barrio de Torrero. Era tan pequeña que la llamaron El Rincón de las Flores sin ni siquiera imaginar que ese nombre comercial se convertiría en una de las enseñas más conocidas por los zaragozanos. Hoy, la cadena emplea a unas 500 personas (sobre todo mujeres), posee 64 tiendas (58 de ellas en Zaragoza) y factura 25 millones de euros (sin contar con la cifra de negocio de sus tres fábricas).

Tras el éxito comercial de su proyecto en los primeros años -nunca antes, al menos en Zaragoza, se había ofrecido en un mismo establecimiento pan y frutos secos y caramelos a granel- este emprendedor aragonés decidió seguir abriendo tiendas. En 1994, con apenas 34 años, ya contaban con 15 establecimientos, un número que invitaba a diversificar y a apuntalar la empresa. Fue entonces cuando decidieron comprar el tostadero zaragozano Buenola, ubicado en el polígono Cogullada. La planta elabora en torno a 1.200 toneladas de productos al año y distribuye a todos los comercios (ahora suministrará también a las tiendas Martín Martín).

Reforzada por la nueva adquisición, en 1999 a la empresa se le empieza a quedar pequeña Zaragoza y decide abrir sus primeras tiendas en Madrid, donde actualmente posee seis establecimientos (llegó a contar en el 2009 con 17, pero los envites de la crisis también golpeó a la compañía).

El Gallo Rojo

El meteórico crecimiento que ha registrado la cadena en los últimos años le ha obligado a adquirir nuevos negocios para autoabastecerse de género. En el 2008 adquirió la fábrica de patatas fritas El Gallo Rojo y poco después se hizo con el obrador de repostería El Artesano, ubicado en la calle Porvenir de Zaragoza.

La compañía 100% aragonesa, que lanzó su propia agua embotellada, también sufrió la crisis en sus propias carnes. La facturación ha crecido cada uno de los dos últimos ejercicios en torno a un 5%, tras unos años complicados por culpa de la recesión que golpeó a la cifra de negocio del grupo. R. L. M.