La ministra de Sanidad, Ana Mato, admitió ayer que tiene sobre la mesa varias propuestas de copago y de reducción del gasto sanitario para asegurar la sostenibilidad del sistema público. Pero eludió decantarse por alguna concreta hasta plantearlas a las comunidades autónomas en el primer Consejo Interterritorial, que se celebrará a finales de febrero, de forma que sean en ellas, en uso de sus competencias, las encargadas de meter el bisturí. "Establecer una cartera básica financiada por el Estado tiene dificultades pero se podrá llegar a acuerdos", aseguró en su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados.

A la cabeza de sus propuestas para mantener el sistema figura fijar un catálogo recortado de fármacos para ahorrar unos 6.000 millones de euros al año, desfinanciando los de menor eficiencia terapéutica. También baraja el copago de fármacos según el nivel de renta, imponer tasas por asistir directamente a urgencias o que la Administración solo sufrague parte de algunos tratamientos. "En cualquier caso --aseguró-- se tratará de que no haya perjuicios para los ciudadanos".

TARJETA SANITARIA ÚNICA La ministra desgranó una serie de planes sin medidas concretas y otras tantas propuestas que ya estaban en marcha, como la tarjeta sanitaria única compatible en toda España, la creación de una central de compras para adquirir los fármacos y el material sanitario a mejor precio, la unificación del calendario vacunal o la implantación de una cartera única de prestaciones sociosanitarias para la dependencia en todo el Estado.

Para evitar posibles rifirrafes competenciales Mato matizó ante las críticas de los grupos nacionalistas por estas iniciativas "centralizadoras" que no es partidaria de invadir competencias. "Todas las medidas se tomarán mediante pactos, acuerdos, colaboración y coordinación con los grupos parlamentarios y las comunidades", proclamó. La portavoz socialista, Pilar Grande, tachó su comparecencia de "mera declaración de intenciones" y apuntó que la libre elección de médico puede enmascarar una privatización encubierta.

Por otro lado, Mato expresó su confianza en que antes del verano se suscriba un pacto sociosanitario con las comunidades para que "los ciudadanos puedan estar tranquilos" de que "nadie pondrá en riesgo" sus derechos sanitarios y sociales. También adelantó que el Gobierno implantará en el Sistema Nacional de Salud la libre elección de centro médico, facultativo, enfermero o pediatra --ya establecido en Aragón--, con el objetivo de que los españoles puedan tener "la opción de participar, cada vez más, en las decisiones sobre su salud".