Los responsables de CEOE, Cepyme, CCOO y UGT en Aragón mostraron ayer su preocupación por la situación en Figueruelas. El presidente de CEOE Aragón, Fernando Callizo, confió en que este anuncio «no sea definitivo», ya que las consecuencias para el empleo y la economía de Aragón serían «muy graves». El presidente de Cepyme, Aurelio López de Hita, ve «muy preocupante» la situación porque Opel es una «auténtica locomotora» de la comunidad y confió en que haya «elasticidad y equilibrio suficiente para poder llegar a acuerdos», una demanda que también hizo la patronal del Metal de Zaragoza .

El secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, respaldó al comité y dijo que «pedir sacrificios sin saber cuál va a ser el futuro de la planta, evidentemente bloquea la negociación». Desde CCOO se pidió «mucha prudencia y mucha negociación».