El impacto de las crisis económicas suele tener siempre su reflejo en los resultados electorales. Igual ocurre en este sondeo de AC, en el que el partido que saldría mejor parado por los votantes sería IU, formación que se nutriría en el 64% de sus votos de personas a las que la crisis le ha afectado. Idéntico porcentaje sería el de los perjudicados que se decantarían por la abstención.

En un apartado del sondeo, el 61% de los encuestados admite que estos años de penurias les ha pasado factura, mientras que un 21% ven como algo indiferente la situación económica y un 18% vive igual que antes. Dentro del grupo que asegura que la crisis no le ha afectado, un 43% da ganador en los próximos comicios al PP. Muy cerca se sitúa el PSOE, con un 40%. Entre las personas que se sienten muy afectadas por la coyuntura económica, poco más de la mitad considera que las elecciones las ganaría el PSOE. Tan solo un 29% de los que peor lo pasan ven como ganador al PP.

LA DISTRIBUCIÓN DEL VOTO

Del mismo modo, el porcentaje más elevado de personas que viven igual que antes se decantaría por votar al PP, con un 23%. Aun así, el 51% de los votos de los conservadores provendría del grupo de gente que ha sufrido las consecuencias de la mala situación económica. El 20% de las personas que no han notado la crisis votaría a IU, un 18% lo haría en blanco, otro tanto se abstendría y un 17% se decantaría por dar su apoyo a los socialistas.

La influencia que ejerce este vector sobre otras fuerzas apenas resulta relevante. El voto en blanco también aglutina a un elevado porcentaje de damnificados por la crisis. De hecho, el 60% de las personas que se decantan por esta opción la ha sufrido. A un 21% le ha resultado indiferente y el 18% no la ha notado. Tan solo el 15% de los votos de IU corresponde a personas que no han sentido el negativo impacto de la situación.