La mayoría de los temporeros que trabajan en el campo aragonés no cobran ni cinco euros brutos a la hora, un salario bastante inferior al que dictan los convenios. Así lo denunciaron ayer los sindicatos UGT y CCOO, que han iniciado una campaña para visibilizar las «duras» condiciones laborales que sufren cada año los trabajadores por cuenta ajena del campo. Las organizaciones sindicales están cansadas de batallar para introducir mejoras en los convenios y que luego, en la práctica, no se cumplan. Por eso, han convocado una serie de protestas en todo el país que en Aragón tendrá su punto álgido el próximo lunes con concentraciones en Fraga, Caspe y La Almunia, capitales de la fruta en la comunidad.

Tal y como denunció ayer en rueda de prensa el secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, José Juan Arcéiz, «la mayoría» de las explotaciones aragonesas no están cumpliendo las condiciones pactadas y en la última campaña pagaban a los temporeros 4,80 euros a la hora, frente a los 6,20 que marcaban los convenios provinciales. «Hemos visto casos en los que ofrecían hasta tres euros la hora», criticó Arcéiz.

El mayor problema es que este «fraude de ley» es difícil de detectar, ya que lo que hacen los empresarios es «falsear las nóminas» incluyendo menos horas de las trabajadas realmente. «A diferencia del resto de sectores, en el sistema especial agrario se pueden hacer las nóminas a mes vencido, así que si han trabajado 25 días ponen 20 para cuadrar las horas legales y ya está», denuncia Arcéiz

La escasez de inspectores de Trabajo y el hecho de que «el 90%» de los temporeros sean extranjeros y opten por no denunciar ante el miedo y la barrera del idioma hacen aún más difícil que estos casos salgan a la luz. Sin embargo, los sindicatos subrayan que lo único necesario para poner fin a estas prácticas es «voluntad política».

Así, exigen la declaración real de todas las jornadas trabajadas en el sistema agrario, que las altas y bajas se produzcan en el mismo momento del inicio y final de la actividad laboral, como ocurre en el Régimen General, y que los contratos se formalicen siempre por escrito.

Según apuntó la secretaria general de Industria de CCOO, Ana Sánchez, estos fraudes se producen sobre todo en las explotaciones pequeñas, donde no hay representación sindical y es más difícil controlar. Lo peor, sin duda, es que estos «continuos abusos laborales e incumplimientos de convenio» los sufren en Aragón la mayoría de los «entre 20.000 y 25.000» temporeros que trabajan en la comunidad en los momentos punta de cada campaña (cerca de un millón en España).

LA SUBIDA DEL SMI

UGT y CCOO temen que este año el problema se intensifique debido al aumento del salario mínimo interprofesional (SMI). «Estamos seguros de que se va a intentar sortear su cumplimiento», dijo Arcéiz.

En este sentido, los sindicatos agrarios ya han advertido que la subida del SMI conllevará en la práctica pasar de 6,20 euros la hora a 7,14, un aumento «que no todas las explotaciones van a ser capaces de soportar». Por eso, han reclamado exenciones fiscales o en las cotizaciones al seguro, ya que los agricultores no pueden repercutir la subida de sus costes en sus productos como sí pueden hacer otros sectores.

Actualmente, las condiciones del sector están reguladas en unos 60 convenios provinciales. A este respecto, UGT y CCOO pidieron un convenio estatal que homogeinice las condiciones laborales en el conjunto del país y evite la competencia desleal. «En Fraga por ejemplo hay veces que se paga menos porque comparan con los sueldos de Lérida», indicó Sánchez, que denunció el bloqueo de este convenio estatal. «Llevamos un año sin avances por culpa de Asaja y Fepex», denunció Sánchez, que recordó que nunca ha habido un convenio estatal en España.