El delegado del área de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza, el catedrático Alberto Lafuente, presentó la liquidación negativa del presupuesto del 2003 a finales de enero, lo que obligaba al consistorio a tramitar en tres meses el plan económico-financiero ante el ministerio. Medio año después, los socios del equipo municipal aún no se han puesto de acuerdo sobre las propuestas económicas para estabilizar las arcas en un plazo de tres años.

Fuentes municipales consultadas señalaron que hasta la semana pasada no se iniciaron las negociaciones, que partieron como base del informe económico encargado a la consultora Price Waterhouse Coopers. Lafuente ha defendido reiteradamente dicha propuesta, que planteaba subir un 43% el IBI y vender suelo público por valor de 125 millones, pese a que el alcalde ha rechazado ante los medios de comunicación semejante incremento de impuestos. De hecho, insinuó que el incremento del IBI debería rondar el de este año, fijado en un 12%.

El delegado de Hacienda, fichado por el alcalde, Juan Alberto Belloch, a principios de año, ya ha visto cómo sus compañeros de Gobierno le tumbaban sus dos principales iniciativas: un plan de medidas fiscales urgentes y la emisión de bonos.