La detección temprana de las patologías es uno de los grandes retos científicos de la actualidad. El proyecto MY-ATRIA tratará de estudiar el análisis electrofisiológico celular que conduce a la aparición de arritmias para poder diseñar fármacos más eficientes. Su aplicación corriente conducirá a mejorar la calidad de vida de una gran parte de la población actualmente obligada al consumo de fármacos tan habituales como el Sintrom.

Además, el equipo del grupo BSICoS del I3A y el CIBER-BBN que dirige el investigador Pablo Laguna tratará de diseñar la forma de guiar de forma eficiente a los cirujanos en las intervenciones quirúrgicas de ablación de la arritmia con una afectación mínima sobre la aurícula del corazón. «Estas patologías cardiacas son las más habituales entre la población», destacó.

En este proyecto a escala europea está dotado con tres millones de euros para formar a 12 investigadores. Del total, el campus aragonés recibirá 500.000 euros para contratar a dos jóvenes predoctorales. «Uno de los logros de esta investigación será la de facilitar que los ingenieros entren en los quirófanos», expresó Laguna en relación a la necesidad de «mejorar las sinergias» entre los distintos compartimentos científicos.

La aplicación práctica de la técnica, que se investigará gracias a la labor de diversos departamentos europeos coordinados desde la Universidad de Milán, permitirá crear herramientas para que ante síntomas tan habituales como el cansancio a la hora de subir una escalera no se pasen por alto en una consulta.