Los 20.000 asistentes calculados ayer por UGT y CCOO en la manifestación del Primero de Mayo en Zaragoza suponen la mitad de los que participaron en la jornada reivindicativa del 2013 (40.000), una de las más masivas que se recuerdan, y 5.000 ciudadanos menos que en el 2012. Ambos fueron los años en los que la crisis se ensañó sobre la clase obrera con más crudeza y cuando se sufrieron las mayores destrucciones de empleo. En el descenso podrían haber influido varios factores, como el hecho de que actualmente hay pocos conflictos laborales en negociación, lo que invita a la movilización de sus afectados. La cifra de ayer, con todo, es notablemente superior a las registradas los años anteriores --8.000 en el 2011 y 6.000 en el 2010--.