La primera medida de protección de la población contra la picadura de la mosca negra la tomó, en junio del 2007, el Ayuntamiento de Mequinenza, al dictar un bando pidiendo a los vecinos vestir de largo y con colores claros, "antes de las nueve de la mañana y de 19.00 a 21.00 horas". El Gobierno de Aragón no tenía constancia de un problema de Salud en el territorio. Pero la celeridad de la expansión obligó a varios departamentos del Ejecutivo autonómico a estudiar un modelo de control, que se probó en Los Monegros, y a realizar un seguimiento exhaustivo del impacto poblacional.